EL PAíS
› MOYANO RECLAMO QUE LOS EMPRESARIOS COMPARTAN LAS GANANCIAS
“Es hora de repartir la torta”
El líder camionero buscó recuperar su prédica combativa, pero sin enfrentar al Gobierno.
› Por Diego Schurman
“Los empresarios tienen que entender que deben aportar en la distribución de la riqueza, porque de lo contrario nos van a obligar a salir a luchar y no queremos perturbar nada en el país.” Hugo Moyano encontró ayer la manera de recuperar algo de la prédica combativa perdida sin que eso se transformara en una afrenta al Gobierno que convirtió a hombres de su máxima confianza en candidatos kirchneristas.
El titular de la CGT venía de un prolongado ostracismo para no interferir, según sus propias palabras, en el proceso electoral. Así se comprometió ante Néstor Kirchner. No por nada cedió protagonismo a su hijo Pablo en las negociaciones que los camioneros mantuvieron con las empresas embotelladoras.
Moyano había roto brevemente su silencio el lunes, abordado por los periodistas, para anunciar que el conflicto iba por la senda de una solución. Ayer, una vez ultimados los detalles del acuerdo, el camionero salió más decididamente del segundo plano que se autoimpuso y que lo venía desperfilando. Y lo hizo ante unos 300 hombres de su gremio, quienes se reunieron frente a la sede del sindicato para festejar el incremento del 20 por ciento en sus haberes.
“Llegó la hora de repartir la torta, llegó la hora de compartir las ganancias que tienen las empresas” enfatizó Moyano. El sindicalista mencionó a las multinacionales y particularizó en Coca Cola, una de las firmas que no estuvo ajena de las últimas tratativas.
Al fin y al cabo, las quejas de Moyano tuvieron los mismos destinatarios que las que profiere Kirchner. Un dato para anotar: el presidente y el jefe cegetista conversaron en más de una oportunidad durante los últimos diez días. No se trata únicamente de una gimnasia a la que se rindieron en el marco del conflicto. Las charlas telefónicas son periódicas desde el inicio de la actual administración.
La buena relación de Moyano y Kirchner, amén de algún reciente reproche por la extensión del último conflicto con las embotelladoras, quedó consolidada el mismo día en que el camionero se convirtió en el jefe absoluto de la CGT, dejando atrás una conducción colegiada que lo obligó a repartir poder con José Luis Lingeri y Susana Rueda.
El Presidente lo citó a la Casa de Gobierno y le confirmó la inclusión de Héctor Recalde y Julio Piumato en las listas K de provincia de Buenos Aires y Capital Federal, respectivamente. Se trata del abogado coordinador de la CGT y del titular del gremio de judiciales. O sea, de dos hombres de extrema confianza de Moyano.
La crítica que últimamente sonaron al unísono en boca de Moyano y Kirchner no se limitaron a las empresas o supermercados. También hubo alusión a los medios de comunicación. El sindicalista pegó por igual contra “los de derecha y los progresistas”.
Cuestionó básicamente el tratamiento de las noticias, por haber centrado la información en el desabastecimiento de gaseosas y no en la “sobreexplotación” de los trabajadores que, muchas veces, cumplen horas extras más allá de las debidas. A los ojos del entorno de Moyano, se puso el acento en una carencia que no es esencial para la población. “Una cosa es cuando hay un desabastecimiento de remedios, otras de cerveza o de Coca Cola, nadie se va a morir si no toma gaseosa”, señalaron a Página/12.
En ese sentido, el jefe de la CGT fue duro contra las remarcaciones de precios realizadas en algunos comercios. “Todos los medios coincidían en responsabilizar a los trabajadores, sin decir que la culpa la tenían las multinacionales. Cuando el dinero está de por medio, se acabaron las ideologías porque durante el conflicto los medios de la derecha decían que es una barbaridad lo que estábamos pidiendo y los medios progresistas, también nos atacaban”. “Los medios –concluyó– decían que se iban a aumentar los precios porque las empresas estaban en el límite. Y es mentira, porque las empresas ganan mucho más dinero que el pequeño aumento que dieron.”