“El Gobierno va a elecciones, porque si no quedo preso de las corporaciones”, sostuvo ayer el presidente Néstor Kirchner. En el último día de campaña, Kirchner habló largamente con varias radios y sobre diversos temas, junto al canciller y candidato del Frente para la Victoria, Rafael Bielsa. Con este raid mediático, sentó definiciones sobre Capital y la provincia de Buenos Aires, los dos principales distritos en la contienda del domingo. “Es muy importante que la Capital no se quede con un voto al pasado, sino que den un voto al presente”, remarcó Kirchner para apoyar –una vez más– a Bielsa en la elección porteña. “Bielsa es muy grande para este pingüino”, acotó. Sobre la provincia, dijo que el duhaldismo “es oposición” y que no va a “pactar ni acordar con el pasado”.
La Capital es uno de los distritos que se presenta reñido en la estrategia presidencial. Por eso, acompañado por Bielsa, reiteró su pedido ante el electorado porteño. “Pido que un hombre de la experiencia de Bielsa tenga la posibilidad de ayudarnos a transmitir la idea del Gobierno en el Parlamento”, aseguró Kirchner que denostó a los otros candidatos:
“Si gana Olivera, gana De la Rúa, lo que implica volver a votar al corralito y al diez por ciento que les sacaron a los jubilados”, dijo Kirchner en un tono casi didáctico. También cruzó a Carrió (ver aparte). A Mauricio Macri lo acusó de municipalizar la campaña: “Anda cuidando cómo andan las hamacas cuando lo que se necesita son criterios objetivos”.
Sobre la campaña en la provincia, volvió a negar las especulaciones de un acuerdo poselectoral con algunos sectores del duhaldismo, que se produjeron tras las declaraciones del intendente de La Matanza y candidato a diputado kirchnerista Alberto Balestrini. “Balestrini responde a una estructura, responde a un espacio que es el Frente para la Victoria, y nosotros no vamos a pactar con el pasado”, destacó Kirchner. El Presidente aseguró que “necesariamente se ensanchan las diferencias respecto del país” con Duhalde. “Esto no significa que uno sea bueno y el otro malo”, admitió. Sin embargo, aclaró que en el Congreso son “muy importantes los consensos, discutiendo la idea con pasión y sin descalificar al otro”.
Repasando sus dos años de gobierno, el Presidente reconoció que “hay dos noches trágicas, que me signaron: una fue la muerte de los mineros de Río Turbio y la otra fue el suceso de Cromañón, que me dolió tremendamente”. Por otra parte, calificó de “canalladas” las críticas a su esposa por no viajar a votar en Santa Cruz el próximo domingo. “Es realmente absurdo, todo el mundo sabe cuáles son las picardías que se hacen en la provincia de Buenos Aires”.
Y criticó a ciertos sectores del periodismo: “Hay una corte de periodistas que se dedican a proteger a algunas dirigentes de cualquier forma”. Por último, se refirió a un tema que lo angustia particularmente: la mala racha de Racing en el torneo apertura. “A Teté Quiroz lo quiero tanto...”, lanzó sobre el DT que todavía no ganó ni un partido.