Empresarios y sindicalistas garantizaron la prestación normal de los servicios de subtes mientras buscan una salida al conflicto suscitado por el encuadramiento gremial de los trabajadores tercerizados. La tregua fue acordada ayer durante un encuentro en el Ministerio de Trabajo, en el que se informó de la reincorporación de dos de los empleados cesanteados durante la protesta del jueves.
De la extenuante reunión que presidió el funcionario de Conciliación Laboral, Adrián Caneto, participaron representantes de la Unión Tranviarios Automotor y de la Compañía de Seguridad Metropolitana, empresa de seguridad y primeros auxilios contratada por Metrovías, que también tenía un portavoz en las negociaciones.
Tras esa reunión, se produjo otra entre la cartera de Trabajo y la firma Fiel, encargada del control de evasión de molinetes. Según informaron a Página/12 desde el ministerio de Carlos Tomada, se decidió allí la reincorporación de dos de los trabajadores que habían sido despedidos, luego de una sorpresiva protesta que se inició en la Línea A de subtes en Plaza Miserere (Once) y que derivó, en solidaridad gremial, en la paralización del servicio de las otras cuatro líneas (B, C, D y E) y el Premetro.
“A los fines de colaborar con la paz social y con la resolución del conflicto suscitado, deja sin efecto los despidos notificados en el día de ayer (anteayer) en relación con los sucesos relacionados con el mismo”, consignó Fiel en el acta labrado junto al Gobierno y Metrovías.
El paro, que incluyó el bloqueo de las vías –con personas, a modo de piquete, y vigas– apuró una orden judicial de desalojo. Según los delegados gremiales, la policía reprimió violentamente e hizo uso de gases lacrimógenos. La UTA inmediatamente anunció un paro general ante el temor de que las negociaciones, que ya se habían iniciado semanas atrás, quedaran congeladas.
La convocatoria del Ministerio de Trabajo a una nueva instancia de diálogo, en la madrugada de ayer, logró finalmente levantar la medida de fuerza y descomprimir el conflicto, permitiendo que en la jornada los más de 300 mil usuarios del subte pudieran hace uso del servicio con total normalidad.
“Acordamos suspender las medidas de fuerza para favorecer las negociaciones que se hacen empresa por empresa”, señaló ayer el delegado de Línea A, Oscar Arturo. Algunos otros trabajadores aseguraron que la tregua será de no más de 10 días, aunque sobre el punto no había coincidencias.
Los 700 trabajadores subcontratados por Metrovías buscan ser regidos por el estatuto gremial de la UTA, lo que implicaría de hecho una mejora de sus condiciones y de sus salarios promedio. Se trata de empleados de cinco firmas. Además de Compañía de Seguridad Metropolitana y Fiel, están Estática, Enterprise y Servidus, que se encargan de una variedad de tareas, como la de seguridad, mantenimiento y comunicación.
¿Cuáles son las diferencias entre el régimen de los tercerizados y los incorporados al convenio de los transportistas? Unos trabajan ocho horas, los otros seis (ya que el trabajo en el subterráneo es considerado insalubre), unos tienen un piso salarial de 535 pisos, más sumas no remunerativas que lo elevan a 900, los otros perciben un básico de 921 pesos.
No se trata únicamente de un reclamo para equiparar las escalas salariales de los trabajadores que se rigen por el convenio de la UTA, también las categorías, la descripción de tareas, y también la jornada de trabajo y su gravitación dada la condición de insalubridad reconocida por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires y la propia cartera laboral.
Hasta ahora, los trabajadores tercerizados –en rigor, una modalidad importada aunque propia de los modelos de flexibilización– no lograron su objetivo, por eso fueron nuevamente convocados para la próxima semana, en distintas fechas según la compañía, a una nueva audiencia con los representantes empresarios.