EL PAíS
Una pantalla desangelada en la que no hubo números
› Por Julián Gorodischer
No fue posible anticipar encuestas de boca de urna. Pero los ansiosos de las seis de la tarde encontraron la manera de adelantarse: Canal 13 reflotó la infaltable tabla de posiciones que dio el triunfo a Macri y a Cristina bajo la excusa-comodín de que era sólo “una tendencia”. Como siempre Crónica TV llegó más lejos con una placa roja, esta vez fragmentada en decenas de urnitas en la que se leyó: “Ganaron Macri y Cristina”. Y en América, el movilero fue el encargado de calmar al conductor: “Esperemos novedades”, repitió en “el bunker” de Chiche ante la verborragia de Mónica Gutiérrez o Rolando Graña. “No vamos a decir ni una palabra que no corresponda”, decía Mónica, confiada en que la puesta en escena alentaba a lo contrario: caritas de los ganadores numerados según sus posiciones, columnistas interpretando la “nueva coalición de derecha”, y ella misma interrumpiendo a Horacio Rodríguez Larreta, del PRO: “¿Será Macri jefe de Gobierno..., y candidato a presidente en 2007?”, impaciente como su compañero. Mientras, como parte de la moderada guerra de canales, Rosario Lufrano pedía calma desde el 7, exageradamente legalista con su móvil en la puerta del Correo Central: “Yo me acuerdo de lo que pasó con Pinky en La Matanza... Pero después a ellos les dan el Martín Fierro”.
La transmisión sin cifras ni conteo fue desangelada, recursiva, y sólo Crónica TV alteró la modorra con sus clásicas notas color del tipo “Tiran clavos miguelitos a los votantes de Corrientes” o el más escandaloso “Travesti Vanessa Show votó en mesa masculina”. Así fue pasando la tarde, con la placa roja alternando entre triunfos sin números y anuncios de alto perfil como el de que “Moria saldrá a saludar con la banda presidencial”. En lo de Moria el panorama no podía ser más gris, y Mario Markic, del 13, se limitaba a conversar con cinco señoras gordas frente a un televisor. “¡No saben absolutamente nada!”, se quejaba ante María Laura Santillán y Santo Biasatti, esperanzado de que la vedette saliera a saludar con plumas. Graña, desde América, seguía con el tono revelador: “La elección de Moria habría sido malísima”, a lo cual ella respondía con un módico: “Es sólo el piso”.
Las sonrisas de Guasón de los chicos Macri contradecían su propio parloteo sobre “no adelantar resultados”, y el movilero desesperado se limitaba a pasar revista al catering. “Sólo un café, prima la austeridad”, protestaba Sandra Borghi, de TN, en el bunker de Frente para la Victoria, y el resto estuvo acorde con cada liturgia: “sánguches que nadie toca” en lo de Chiche Duhalde, masas y tecito en lo de Macri. ¿Y en lo de López Murphy? “El bulldog no funciona sin alimentación; luego de una buena ingesta seguiré declarando”, fue lo primero que dijo el candidato.
Si América y el 13 fueron los menos atados a la veda de cifras (imponiendo escalas y hasta fotitos rankeadas), Crónica, el 9 y Canal 26 reflotaban la figura del ex gurú –el encuestador– para filtrar un numerito pero que apenas refería a “un 68 por ciento de Alicia Kirchner en Santa Cruz”, sin animarse a una transgresión mayor. El movilero extremista del 7 seguía frente a la puerta cerrada del Correo, y se quejaba: “Que arrimen un termo de café porque la tarde se va poniendo fresca”. Teté Coustarot daba paso, en el 9, a la semblanza sobre el “candidato que vota”, con algo de emoción ante un apretujón en la escuelita de Luis Brandoni, o se entretenía entrevistando al candidato de farándula. “Tengo ganas de verlo a Rafa (Bielsa), de saludarlo”, decía Claudio Morgado, como extraviado. Y
siguió la fiesta “light” de los chicos Macri (de pronto envueltos en serpentina y con chupetines). Canal 9 y Telefé ya se abrían del juego con películas, y al 13 sólo le quedaba interpretar la no arbitrariedad de cada bunker: una empresa textil para Macri, un sindicato para Chiche.... A las 21, como en un desagote, América blanqueó sus sondeos con ventaja para Cristina y Macri, pero siempre quedó una espera posible para seguir en vela: faltaba que subieran los ganadores al estrado. Los de América, de pronto, adelantaban de qué tratarían los discursos: intuían a Macri poco belicoso, a Carrió lista para la denuncia, como antes arriesgaron posiciones. Mientras, en lo de Macri, se veía un sketch de Marcelo Tinelli junto al candidato en pantalla gigante..., griterío sumado al extraño tartamudeo de los manifestantes (“pro, pro, pro...”), ¡lo que faltaba!