Bajo un cielo nublado, a Carlos Menem y a Angel Maza les tocó la misma mesa para votar, en los tribunales. El ex presidente apareció más temprano con un impecable traje beige. “El Partido para la Victoria acá es como los romanos: pan y circo. Circo, sí. Pero pan no hay”, dijo. “Esta va a ser una elección fácil para mí”, se jactó. A los aplausos, lo siguió una decena de personas, cantando “que vuelva Carlo”. “¡Volvé, Carlitos, volvé, papá!”, le gritó María Silvia, un ama de casa de 59 años, con un vestido azul floreado. “Es gracioso, pero en esta mesa siempre pierde”, decían en la cola, que Menem sorteó. Luego se fue a jugar al golf y hasta celebró un supuesto triunfo. Sin embargo, los números relevados hasta el cierre de esta edición demostraban que no sólo su mesa le resultó adversa: hasta en Castro Barros, la cabecera de Anillaco, le estaban dando una paliza.
Los riojanos le dieron al presidente Néstor Kirchner un motivo más para descorchar champán: además de derrotar a Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires, Kirchner podrá contar en su haber la derrota de Carlos Menem en La Rioja. Kirchner llevó como candidato al gobernador, Angel Maza, un ultramenemista que viró al kirchnerismo. Con el 48 por ciento de las mesas escrutadas, Maza se imponía con el 50,98 por ciento ante el 40.74 de Menem que, por la minoría, tendrá los fueros que necesita para espantar los fantasmas de sus causas penales. Si bien Maza perdía en la capital provincial, Menem no podía ganar en la zona de Anillaco, donde el Frente para la Victoria ganaba con más de 70 por ciento.
El gobernador no asumiría la banca, que quedaría para su hermana la senadora Ada Maza. Con este resultado, el segundo senador del Frente para la Victoria será Griselda Herrera, que renovará su mandato. Las dos bancas de diputados se repartirán entre el menemista Mario Santander y Teresita Quintela, hermana del intendente de La Rioja, Ricardo “El Gitano” Quintela. Este resultado le permite a Kirchner mostrar una victoria que Menem esquivó al bajarse del ballottage en 2003. Es la primera vez que Menem pierde una elección. En la provincia, sale fortalecido Maza que, tras diez años de gobierno, se presentará para un cuarto mandato en 2007.
Después de votar, Maza se fue a una bicicleteada: anduvo 40 kilómetros por la ruta. Al mediodía, convocó a una conferencia de prensa en la casa de su mamá, la señora Ada Maza, que recibió a Página/12 y exhibió su colección de cucharas (cerca de cien). Le preparó canelones de verdura y, de entrada, empanaditas de carne fritas con aceite de oliva. “Así le gustan a mi hijo. El aceite las hace más livianas”, aseguró. “Seguí trayendo empanadas, mamá”, dijo Maza. “Se le fue la mano con el picante”, afirmó antes de anunciar: “Ganamos en la mayoría de los departamentos”.
A su vez, el diputado Adrián Menem sostuvo que “Carlos Menem está ganando en toda la provincia por 13 puntos” y se armó la fiesta en el bunker del PJ, donde había retratos del presidente por todos lados. Frente al bunker se instaló un camión con un cartel luminoso que pasaba los jingles de campaña (“Vos lo seguiste, no te defraudó, ahora te pide tu voto”) mientras lanzaban cañitas voladoras. Veinte gauchos de la agrupación tradicionalista “Remanente” se acercaron a darle su apoyo. “Queremos hombre sanos en la patria”, dijo Ofelia Barbé, disfrazada de paisana de pies a cabeza.
Luego los ánimos se enfriaron y, con una cara larga, Menem no salió a reconocer su derrota. “Me parece que festejamos antes de tiempo”, decía uno de sus militantes. Mientras tanto, los mazistas se juntaron en la plaza frente a la gobernación. Una multitud con remeras de Maza llegó hasta el despacho del gobernador. Mientras la lluvia caía sobre la capitalriojana, a Carlos Menem, que hizo del exitismo una cultura, le tocó ayer probar el amargo sabor de la derrota.

Informe: Werner Pertot.