Seis ex policías chaqueños acusados de aplicar torturas a detenidos durante y antes de la dictadura militar volvieron a prisión ayer, luego de que la Cámara Federal de Resistencia anulara una resolución por la que habían sido procesados sin prisión preventiva. La decisión estuvo a cargo de los jueces Juan Carlos Saife, María Fernández y Jorge Larre.
Los represores que volvieron a la cárcel son el ex jefe de la fuerza policial Wenceslao Ceniquel, el ex oficial Ramón Gandola, el ex segundo jefe de la Brigada de Investigaciones Lucio Caballero, el ex oficial José María Cardozo, el suboficial Gabino Manader y el cabo José Francisco Rodríguez Valiente. A causa de su edad, tres de ellos gozarán del beneficio de prisión domiciliaria, mientras que el resto permanecerá en dependencias del cuerpo de bomberos de la policía de Chaco. También había sido dispuesta la detención del ex jefe de la Brigada de Investigaciones Carlos Alcides Thomas, pero falleció hace quince días.
Todos los represores están siendo investigados por la aplicación de torturas a once presos políticos desde antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Se trata de una causa que se inició como desprendimiento de la investigación por la Masacre de Margarita Belén. En un principio, habían estado detenidos por orden del juez Carlos Skidelsky, pero luego de que el magistrado fuera recusado quedaron en libertad.
En el mismo fallo que la Cámara de Resistencia dispuso el arresto de los ex policías, también solicitó que se investigara a los fiscales Carlos Flores Leyes y Roberto Mazzoni, quienes fueron señalados por ex detenidos por haber estado presentes en sesiones de torturas en los centros clandestinos de detención de el Chaco.