EL PAíS
› EL DEBATE SOBRE EL ALCA EN EL DOCUMENTO FINAL DE LA CUMBRE SE POSTERGO
Una oportuna gambeta hasta el lunes
El Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres (GRIC) evitó tratar la inclusión de América latina en el tratado de libre comercio. Contrarreloj, el lunes intentará llegar a un consenso que pueda reflejarse en el documento final de la Cumbre de Mar del Plata.
› Por Martín Piqué
En la diplomacia, como en el fútbol, también se tira la pelota afuera. La metáfora deportiva resume muy bien lo que sucedió ayer en la reunión del Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres (GRIC), donde se está preparando el documento final de la Cumbre de las Américas. La propuesta de Estados Unidos de incluir una exhortación a extender el tratado de libre comercio hemisférico, el famoso ALCA, no fue discutida por pedido de los países de América Central, nucleados en el Caricom. El debate sobre ese tema tan polémico, que aparece mencionado en el párrafo 9 del borrador, se retomará el lunes en Mar del Plata.
En el apartado tan polémico, la delegación estadounidense propone “liberalizar el comercio” en general en los países del hemisferio, con un énfasis especial en el “acceso de mercados y servicios”. La comitiva que representa a George Bush está integrada por el embajador Lino Gutiérrez y el delegado estadounidense para las Cumbres, John Maisto. Además de estos funcionarios –si fueran personajes de un western, serían los negociadores del sheriff–, la propuesta está apoyada por Canadá, Chile y México. Washington ya firmó tratados de libre comercio (TLC) con esos tres países.
En el caso de México, el acercamiento con el gobierno de Bush tiene varias pruebas recientes. La más obvia fue el apoyo que la Casa Blanca le dio a su candidato, Luis Derbez, para ocupar la presidencia de la Organización de Estados Americanos (OEA). Al final, tras muchas negociaciones, se impuso el chileno José Miguel Insulza, quien tenía el respaldo del Mercosur y la mayoría de Sudamérica. Ahora Derbez encabeza el grupo de negociadores que pugna por la ampliar el ALCA hacia el sur ¿Cuál será la reacción del gobierno de Néstor Kirchner?
Para entender cómo actuará la delegación argentina, con el vicecanciller Jorge Taiana como estrella central, basta con observar sus movimientos y leer sus declaraciones. En primer lugar, se proponen quitarles a las posiciones contrarias a Bush –que las habrá– cualquier interpretación ideológica. Después, quieren que las contradicciones (puntuales) con la administración de Washington tengan explicaciones pragmáticas: léase “los intereses nacionales y de la región”. Así, una de las condiciones del gobierno K para hablar del ALCA será que Estados Unidos elimine “todas las formas abiertas y encubiertas de subsidio”.
Ese reclamo aparece en el documento base que figura en el sitio web de la Cumbre. Allí se plantea, como uno de los objetivos del encuentro, “lograr un mayor acceso a los mercados para las exportaciones, eliminación de los subsidios a las exportaciones de productos agrícolas, en todas sus formas, y la reducción sustancial de las medidas de ayuda interna a la producción agropecuaria”. El problema es que más allá de las promesas de una eliminación gradual, en los hechos tanto Europa como Estados Unidos se han opuesto a la liberación del comercio en materia agrícola. Y los subsidios siguen allí, protegiendo a los productores locales.
Con la discusión central postergada hasta el lunes, la reunión del GRIC se concentró en otras cuestiones, quizá menores, pero que revelan la cosmovisión política de cada gobierno. Así sucedió con el debate sobre los derechos de los inmigrantes más allá de su condición de legales o ilegales. El asunto había sido planteado por los países que tienen un alto índice de emigrantes: sobre todo México, Honduras, Ecuador. Esas comitivas querían que se incluyera en el texto de la Cumbre una mención que dijera que los inmigrantes ilegales, a pesar de serlo, tienen derechos aunque no tengan visa o residencia para ingresar a su destino.
La iniciativa fue prolijamente rechazada por Estados Unidos y los países que reciben oleadas de inmigrantes. Argentina la apoyó.
El lunes, cuando todos los participantes lleguen a la Mar del Plata blindada, la agenda se concentrará sobre los dos temas más urticantes: el ALCA y la discusión sobre la OMC. Será difícil volver a tirar la pelota afuera. En el Gobierno tratan de quitarle dramatismo: “Vamos a empezar a hablar”, dijo el (inmutable) vicecanciller Jorge Taiana.
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