EL PAíS
› PASTERIS FUE INDAGADO POR SU ROL EN LA DICTADURA
Echale la culpa al Ejército
El ex jefe de Gendarmería declaró ante el juez Oliva por los secuestros y desapariciones en Paso de los Libres. Trasladó la responsabilidad al destacamento de Inteligencia del puente.
El ex director de Gendarmería Nacional Pedro Pasteris fue indagado ayer durante más de tres horas y le echó la culpa al Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) por los secuestros y desapariciones ocurridos durante la última dictadura militar en el puente de Paso de los Libres, donde él era jefe. Pasteris es investigado por su responsabilidad en las detenciones de militantes que intentaban entrar o salir del país. Contra los pronósticos que circulaban en los tribunales correntinos, no quedó detenido. El juez federal Juan Angel Oliva demoraría algunos días para resolver su situación.
Pasteris fue relevado de su cargo un mes atrás, después de que se conocieron relatos que lo vinculan con violaciones a los derechos humanos mientras estuvo al frente del puente que une Paso de los Libres con Uruguayana, entre enero de 1980 y enero de 1983. El juez Oliva lo había citado a indagatoria en la causa en la que investiga la desaparición de tres militantes montoneros cuando cruzaban la frontera en junio de 1980: Lorenzo David Viñas, el cura tercermundista Jorge Adur y Carlos Marcón. El expediente se centra en los secuestros, torturas y desapariciones en el centro clandestino de detención La Polaca, que estaba ubicado cerca del paso fronterizo y estaba manejado por el Ejército. Era una quinta de unas 40 hectáreas por donde pasaron unos 300 detenidos.
El testimonio del ex agente de inteligencia Carlos Waern en un programa de televisión local sumó un impulso clave a la investigación. De sus explicaciones surgió la posible responsabilidad de Pasteris. El ex espía relató que en 1978 el SIE dispuso un fuerte operativo en los pasos fronterizos. En el Area de Segundo Cuerpo del Ejército, Paso de los Libres fue un punto clave. Allí, contó, existía un convenio por el cual la Gendarmería efectuaba las detenciones de militantes montoneros y entregaba las víctimas al Ejército, que las trasladaba a La Polaca u otros centros.
Waern dijo que desde una oficina de inteligencia del Ejército ubicada en la cabecera del puente coordinaba un “sistema de marcadores” que consistía en obligar a militantes detenidos a identificar a sus compañeros que querían entrar o salir del país.
El ex jefe de Gendarmería llegó ayer sin abogado al juzgado de Paso de los Libres y pidió un defensor oficial. Ahora lo asiste la defensora Luisa Sánchez. Al salir de los tribunales, donde estuvo casi toda la mañana, habló brevemente con la prensa y tradujo el espíritu de lo que había dicho ante el juez: que no conocía el “sistema de marcadores” y que tampoco conocía La Polaca más que por la información periodística. Reconoció que era jefe de los gendarmes en el área del puente internacional, pero trasladó las responsabilidades sobre los crímenes del terrorismo de Estado en Paso de los Libres al destacamento de inteligencia 123 de Paso de los Libres, donde también operaban represores del Batallón 601.
El juez Oliva no tomó aún ninguna medida en relación a Pasteris. Hasta ahora las figuras que usó para procesar y ordenar la detención de cinco represores fueron “asociación ilícita y privación ilegal de la libertad agravada”. Todos presentaron pedidos de excarcelación que fueron denegados. El teniente Héctor Mario Filippo quedó preso en Córdoba, el sargento Ricardo Fernández está detenido en Misiones, Antonio Herminio Simón ya estaba preso en la causa sobre el batallón 601 y los ex coroneles Jorge Félix Riú y Javier Molina Antonio pidieron arresto domiciliario por tener más de 70 años.