Como se esperaba, las cancillerías de Argentina y México emitieron un comunicado conjunto en el que reconocieron diferencias “en la discusión de temas complejos”, pero dieron por superado el conflicto generado por el duro cruce de declaraciones entre los presidentes Néstor Kirchner y Vicente Fox a propósito de lo sucedido en la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata. “La relación bilateral mantiene un excelente nivel y continuará fortaleciéndose en todos sus ámbitos”, expresaron, idílicamente, los cancilleres Rafael Bielsa y Luis Derbez. Aunque oficialmente cerrado, el cortocircuito siguió provocando efectos. Los diarios mexicanos cuestionaron el rol de vocero pro ALCA asumido por Fox en Mar del Plata y la oposición política, tanto en el Senado como en Diputados, aprobó declaraciones en su contra.
En el plano oficial se sabía que era un conflicto de patas cortas. Argentina y México no arrastran un historial de enfrentamientos diplomáticos, más bien lo contrario. Es inminente la firma de una ampliación del acuerdo comercial entre ambos países, por el que se incorporarán dos mil nuevos productos al intercambio. La balanza del comercio, en constante crecimiento en los últimos años, favorece a la Argentina en más de 200 millones de dólares.
Con este interés, tan concreto, era evidente que Bielsa y Derbez consensuarían una declaración donde buscaran dejar atrás la pelea abierta entre los presidentes. Porque si las cuestiones comerciales marchan viento en popa, las diferencias políticas entre los presidentes se volvieron notorias. Kirch-
ner y Fox nunca se tuvieron en estima, aunque tampoco eran enemigos. La primera vez que se vieron, el presidente argentino encontró en Fox alguien “falto de convicciones”, según contó un integrante de su entorno, pero no lo consideró un enemigo.
A un año de su salida de la presidencia, con una popularidad en baja y sin miras de mantenerse de alguna manera en el escenario político, Fox sorprendió a Kirchner en la cumbre con su postura maximalista a favor del ALCA impulsado por Estados Unidos. Luego, el detonante de la pelea pública fue la declaración de Fox considerando que Kirchner había pensado más en quedar bien con la opinión pública argentina que en conducir una cumbre exitosa. Kirchner le respondió “que Fox se ocupe de México, a mí me votaron los argentinos y yo me voy a ocupar de defender a los argentinos como corresponde”.
El canciller mexicano ya había asegurado que Fox nunca había declarado lo que en verdad fue una entrevista periodística que se emitió en la W Radio, de México. Ayer, Fox insistió en centrar las críticas en la prensa. “La confrontación la hacen los medios, no yo. No traigo ninguna diferencia con Kirchner, ninguna en absoluto”, sostuvo el presidente mexicano, buscando maquillar lo sucedido. Su vocero, Rubén Aguilar, fue más allá y calificó las relaciones entre ambos países como “espléndidas”. “Que en las democracias haya posibilidad de discusión revela la madurez que este continente está teniendo en esa materia”, agregó.
El conflicto le generó a Fox múltiples críticas internas. La respuesta que recibió de Kirchner fue destacada ayer por varios diarios mexicanos y en algunos editoriales criticaron el rol de “vocero de Estados Unidos” que le adjudican a Fox en Mar del Plata.
También la oposición política se hizo eco. La Cámara de Senadores, dominada por la oposición, emitió una declaración lamentando la “desafortunada actuación” del Presidente y lo acusó de actuar “como alfil y defensor de los intereses de Estados Unidos”.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, el legislador del PRI Alberto Aguilar Itarritu, advirtió que, de ahora en más, los pedidos de autorización de Fox para viajar al exterior “serán revisados con lupa porque incurre con sus libertades verbales, que son excesivas, en daños graves a la nación”.
En tanto, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece el favorito para las elecciones presidenciales para el año próximo, el alcalde de centro-izquierda Andrés Manuel López Obrador, cuestionó la “vergonzosa actitud” del Presidente.