Mientras masticaba la bronca por el paso sin escalas del macrismo al kirchnerismo del diputado electo Eduardo Lorenzo Borocotó, el dirigente de Propuesta Republicana (PRO) Horacio Rodríguez Larreta anunció ayer que intentarán impedir que el médico asuma su banca, que obtuvo como tercero en la lista de Mauricio Macri. “Estamos estudiando con los abogados y apoderados hacer una presentación judicial para cuestionar que asuma”, sostuvo Rodríguez Larreta, quien repitió que la fuga de Borocotó es “un fraude electoral a la gente que lo votó”. Ajeno a estas cuestiones, Borocotó asistió ayer a la Legislatura, con el rostro muy tenso y se sentó junto a los legisladores macristas, que no le dirigieron la palabra. Mientras él se encogía en su banca, nadie sabía a ciencia cierta hacia dónde se inclinaría finalmente su voto (ver página 3).
Los abogados de Compromiso para el Cambio harían hoy (o el lunes, a más tardar) la presentación judicial contra Borocotó. Usarán como ejemplo al ex gobernador de Corrientes Raúl “Tato” Romero Feris, que no pudo ingresar en el Senado dado que se cuestionó su “idoneidad moral”. En el caso del ex hombre fuerte del Partido Nuevo, pesaban varias causas abiertas por corrupción y una condena por abuso de poder. También iniciarían una presentación similar en la Cámara de Diputados, ante la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos, que es la encargada de aprobar los pliegos de los diputados.
Cerca de Macri reconocían que era difícil que la presentación prospere tanto desde la vía judicial como desde la legislativa. “Una posibilidad sería poner ese ejemplo como un caso en que, por falta de ética, se le impidió la entrada a un legislador. Pero, es difícil, ¿cuál es el límite para hablar de falta de ética?”, sostuvo ante Página/12 un allegado de Macri, que consideraba que el pronunciamiento será, sobre todo, de carácter político. Existe un antecedente remoto de una presentación judicial de este tipo, que data de 1988, cuando el Partido Intransigente reclamó una banca del diputado Isidro Bakirjian, luego de que se pasase a la UCR. En ese entonces, la Cámara Nacional Electoral desestimó el pedido porque las bancas “pertenecen al pueblo y a los candidatos”, pero no a los partidos.
El pase de Borocotó fue anunciado por él mismo, tras una reunión que mantuvo el miércoles con el presidente Néstor Kirchner. El encuentro se hizo a instancias del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, amigo del médico. “No creo que haya antecedentes en la política argentina de alguien que salte antes de asumir, además es burdo que lo haya hecho el día anterior a la votación en el juicio político por Cromañón”, advirtió Rodríguez Larreta sobre la decisión que se tomó ayer en la Legislatura. Otros parecieron coincidir con Rodríguez Larreta, ya que la casa del médico amaneció cubierta de afiches de Cromañón (ver aparte).
Sin embargo, no es la primera vez que Borocotó demuestra su carácter todoterreno: ya lo había hecho cuando abandonó la sociedad política que tenía en la provincia con el ex subcomisario acusado de torturas y asesinatos Luis Patti, para competir con él por la gobernación. Rodríguez Larreta consideró que el Gobierno compró a Borocotó. “Por comprar se entiende que a cambio le van a dar un lugar en la Comisión de Salud –explicó el vicepresidente de Compromiso para el Cambio–. Lo dijo él, con lo cual está la confesión de partes.” Por su parte, el socio de Macri, Ricardo López Murphy, opinó que el macrismo debería “reflexionar sobre el sistema de selección de candidatos”. “Acá no es solamente culpa del chancho sino del que le da de comer”, disparó Rodríguez Larreta en dirección al Gobierno. De la Legislatura, ayer Borocotó se marchó a su casa, empapelada de carteles que pedían “basta de corrupción”.

Informe: Werner Pertot.