EL PAíS
› KIRCHNER Y SU ENTORNO LLEGARON A EL CALAFATE
Un silencioso retiro espiritual
El presidente Néstor Kirchner y sus colaboradores más cercanos llegaron ayer a El Calafate para encerrarse en (algo parecido a) un retiro espiritual. El descanso tiene un objetivo: definir los nombres del nuevo Gabinete, definir qué hacer con las vacantes en la Corte Suprema y analizar el rumbo de lo que falta de mandato. Junto con Kirchner viajaron su esposa; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández el titular de la SIDE, Héctor “Chango” Icazuriaga, y el secretario legal y técnico, Carlos Zannini. Como hizo en 2003 antes de asumir la Presidencia, Kirchner les pedirá opinión sobre los nombres que están en carpeta, pero se reservará la decisión final. Aunque es probable que haga más cambios, el Presidente debe nombrar al menos a los sucesores de los tres ministros –José Pampuro (Defensa), Alicia Kirchner (Desarrollo Social) y Rafael Bielsa (Cancillería)– que asumirán como legisladores el 10 de diciembre.
El viaje desde Río Gallegos se concretó después del almuerzo, en el Tango 01. Ya en El Calafate, Kirchner se recluyó en su residencia de fin de semana junto con su esposa y el jefe de Gabinete. Mientras los periodistas hacían guardia en la puerta, el Presidente caminó por el parque de su vivienda. Ayer, en la localidad famosa por el glaciar cayó una tenue llovizna. Quizá por el clima, aunque lo más probable es que haya sido para mantener el hermetismo, Kirchner no se movió de su casa. Hoy tiene previsto una caminata por la ciudad, confiaron sus allegados.
Ayer no hubo nuevos rumores sobre los candidatos para el Gabinete. Como en los días anteriores, volvieron a circular los mismos nombres, en la mayoría asociados con los mismos destinos. Una de las versiones más fuertes es el desembarco del actual jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga, en Desarrollo Social. Otro comentario que circula con fuerza, y que Página/12 informó ayer en soledad, es la posibilidad de que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, cambie de destino conservando un puesto en el Gabinete. Según esas especulaciones, Fernández, quien no oculta su deseo de suceder a Felipe Solá en 2007, cambiaría Interior por Defensa.
De todos los cargos vacantes en danza, el que despierta más expectativa es la Cancillería. Por su incidencia en las prioridades de la política exterior, quien asuma en el Palacio San Martín tendrá un papel muy importante. Mucho más tras los resultados de la Cumbre de las Américas, que mostró una grieta en las concepciones sobre (las condiciones para aprobar) el ALCA. Para ese puesto hay dos opciones: el perfil económico –que apuntalaría las chances de Alfonso Prat Gay, Javier González Fraga, Martín Redrado o hasta Roberto Lavagna– o mantener el rumbo actual, lo que implicaría mantener allí al vicecanciller Jorge Taiana.