A medida que pasan las horas, crece la incógnita sobre quiénes ocuparán los lugares que a partir de diciembre quedarán vacantes dentro del Gabinete nacional. Sin embargo, el Gobierno continúa manteniendo una postura hermética al respecto y sigue sin dar los nombres de los futuros funcionarios. Al silencio que custodió durante todo el fin de semana la residencia “El sauce” en El Calafate, donde el presidente Néstor Kirchner se reclutó para definir el futuro de su administración, se sumaron las declaraciones de Alberto Fernández, quien aseguró que el viaje se trató solamente de “unos días de descanso”.
En medio del ostracismo, el Gobierno continuaba analizando los futuros cambios en el Gabinete nacional. Ayer, al ingresar a la residencia de Kirchner en Santa Cruz, devenida en centro de operaciones durante el fin de semana, Fernández descartó que ya estuvieran confirmados los futuros cambios. “Estamos aprovechando después de bastante tiempo de campaña, de Cumbre y de la gestión cotidiana de gobierno, de un par de días de descanso. Nada más. El resto tuvo más que ver con las expectativas que generan los medios que con otra cosa”, manifestó sobre el tema.
Lo que más expectativas viene generando es la candidatura para el Palacio San Martín. Hasta el momento el nombre que había sonado con buenas chances para reemplazar a Rafael Bielsa era el de Jorge Taiana. Sin embargo, hace un par de semanas, desde el oficialismo se deslizó que el futuro canciller debería tener un perfil más bien económico, con lo que apareció entre los favoritos Martín Redrado, e incluso hubo quien mencionó también el nombre de Roberto Lavagna. Por otro lado, todo indica que en el Ministerio de Desarrollo Social, el lugar de Alicia Kirchner sería ocupado por otro pingüino, más precisamente Héctor Icazuriaga, que en ese caso sería sucedido al frente de la SIDE por el actual secretario de Presidencia, Oscar Parrilli. Mientras que Defensa quedaría a cargo del segundo de José Pampuro, Jaime Garreta, aunque tampoco se descarta a la senadora Marita Percival.
Los cargos serán ocupados en diciembre, cuando sus actuales titulares los dejen para hacer su desembarco en el Congreso. Para ello, tal como suele hacer con cada una de las decisiones más trascendentes, Néstor Kirchner viajó a El Calafate, acompañado por su esposa Cristina y su hijo Máximo. Desde allí, el mandatario no sólo aprovechó para delinear la futura arquitectura de su gobierno. También se dedicó a otras cuestiones, entre ellas el proceso de la Legislatura, que hoy definirá la suerte de Aníbal Ibarra, y el documento dado a conocer por la Conferencia Episcopal, que sorprendió al Presidente con críticas por la actual situación social y terminó concentrando la atención durante la jornada de ayer (ver nota principal).