EL PAíS
› FIN DE LOS TESTIMONIOS POR KOSTEKI Y SANTILLAN
Juicio en su última etapa
Esta semana terminan de declarar los últimos testigos del juicio a Fanchiotti y Acosta. El abogado Pandolfi cuenta lo que se probó.
› Por Laura Vales
Esta semana terminan de declarar los últimos testigos en el juicio oral por las muertes de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Empieza ahora la etapa de los alegatos, con la idea de que la sentencia se dicte antes de fin de año. Uno de los abogados de las víctimas, Claudio Pandolfi, hace un balance de lo que pasó por la sala de audiencias en los casi cinco meses que llevó el proceso. Aunque mediante una argucia legal no declararon el ex presidente Eduardo Duhalde ni sus ministros más cercanos, el abogado querellante cree que se reunieron elementos para pedir la apertura de una segunda investigación que apunte a las responsabilidades políticas por la represión. Pandolfi reseña la situación en la que quedaron los principales acusados, el comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta.
–¿Qué quedó probado, a su criterio, contra el comisario Fanchiotti?
–No quedan dudas de que le disparó a Aurora Cividino (una asambleísta que fue a la marcha), a Walter Medina y a Sebastián Conti. No se pudo precisar si fue él o Acosta quienes dispararon a Kosteki.
–Un perito planteó que a Kosteki no le disparó Fanchiotti o Acosta, sino un tercer policía. ¿Qué consecuencias va a tener esto?
–El perito no pudo fundamentar su tesis (había dicho que Fanchiotti disparó con balas de goma porque de su escopeta se ve salir un cartucho blanco). No probó que los cartuchos hayan sido efectivamente blancos, como él dice.
–¿El color no se ve en el video?
–Son imágenes muy pequeñas en movimiento, tomadas por una cámara digital que funciona con un mecanismo de compensación de colores. Esa cámara, para no saturar, varía automáticamente los colores. En la misma imagen hay un edificio que se ve anaranjado y en realidad es rojo fuerte. Por eso los técnicos dijeron que no se puede determinar el color de los cartuchos de los que habló el perito. Por otra parte, ni Fanchiotti ni Acosta declararon nunca haber tenido cartuchos blancos, sino verdes. Nosotros lo que vemos es que en el asesinato de Kosteki vienen disparando los dos con munición de plomo. Por eso hablamos de pelotón de fusilamiento: aunque un solo proyectil del pelotón mate, todos los que dispararon son culpables.
–¿Y sobre la muerte de Santillán?
–Parece claro que le disparó Acosta.
–¿Pudo la policía haber actuado por las suyas, sin órdenes?
–De las audiencias surge que la policía actúa corporativamente, tanto en el plano legal como ilegal. Yo creo que muchos policías se dieron cuenta de que Fanchiotti y Acosta estaban disparando con munición de plomo, pero lejos de poner un alto, lo que hicieron fue correrse. La infantería estaba al lado de Fanchiotti y decidió no avanzar más, a pesar de que estaba a sus órdenes. Hay una imagen de la represión cuando le disparan con plomo a Aurora Cividino: Fanchiotti hace fuego mientras un policía con su grupo lo mira. Acto seguido, estos policías cruzan toda la avenida Pavón y van al otro extremo de la fila a hablar con el comisario a cargo de la infantería. Y ahí es cuando deciden no seguir avanzando con Fanchiotti.
–¿Los peritos contaron cómo murieron Santillán y Kosteki?
–Se desangraron antes de llegar al hospital. Vaqueiro, un empleado de la Municipalidad, contó que Santillán se le murió arriba de la camioneta, camino al Fiorito. De Kosteki, los médicos tienen la impresión de que ya en el hall de la estación estaba muerto. También se desangró.
–¿Surgió alguna explicación de por qué usaron balas de plomo?
–No. Cada uno de los acusados sostiene la versión de que no disparó con plomo. Fanchiotti le echa la culpa a Acosta y Acosta a Fanchiotti.
–Hubo otros policías que ese mismo día a varias cuadras de Fanchiotti y Acosta, también dispararon con plomo. ¿No fueron 33 los heridos?
–Más de 33, si se tiene en cuenta a la gente que no fue a los hospitales y se atendió en salitas de barrio. Pudimos reconstruir bastante gracias a las declaraciones de algunos funcionarios y de los periodistas. El cronista de Crónica contó que el día anterior decidieron ir al puente con los móviles en vivo porque sabían que iba a haber represión. Esa era la versión que salía de la Casa de Gobierno.
–¿Para qué sirvieron los archivos de la SIDE?
–Para demostrar que la SIDE tuvo una actuación. De los archivos no puedo hablar, rige una prohibición, pero sí de la declaración de Carlos Soria (quien entonces era su titular). Soria dijo que la SIDE consideraba que en aquel momento peligraba el poder del Estado porque se estaba frente a una revolución, y que había que poner fin a ese proceso revolucionario de cualquier forma. Ahí pinta el cuadro: se estaban uniendo sectores sociales que antes no protestaban juntos y había que pararlos.
–¿Quiénes, de los funcionarios que debían declarar, faltaron?
–Jorge Vanossi y Oscar Rodríguez se negaron a asistir, plantearon que son diputados. El tribunal se lo permitió. Eduardo Duhalde, Juan José Alvarez y otros quedaron eximidos porque están acusados en otra causa. Legalmente es correcto, aunque habrá que ver si esa otra causa no se abrió con el único fin de protegerlos.
–¿Qué aportaron los que sí fueron?
–La declaración de Juan Pablo Cafiero me pareció una de las mejores. Fue importante porque dejó en claro que la policía responde órdenes políticas. Su experiencia como ministro es que si el ministro da órdenes claras, la policía obedece. Y si el ministro no da órdenes claras, es que quiere dejar el margen para que la policía se mueva. La policía, dijo él, es un sujeto que escucha discursos y que actúa en base a discursos. Eso nos lleva al mes previo, al discurso del Gobierno que decía que iba a reprimir, “si cortan el puente va a ser una declaración de guerra”.
–Además de Soria y de Cafiero, ¿hubo otros que agregaran datos?
–Horacio Jaunarena: dijo que dentro del gabinete había un debate y existía un sector que estaba elaborando esto encabezado por Atanasof, Duhalde, Matzkin y Vanossi. Es decir que los funcionarios dieron indicios muy fuertes de que aquí hubo una construcción desde el poder político para que pasara lo que pasó. No hay órdenes escritas, pero sí elementos para pedir profundizar esa investigación. Son pruebas de que esto se debatió en el Gobierno, que antes de la represión se discutió una política.