EL PAíS
Rumbo a Venezuela por más morlacos y apoyo al amigo
En medio del fuerte cruce entre Hugo Chávez y el gobierno de George W. Bush, Kirchner parte a Caracas.
Néstor Kirchner partirá mañana a Venezuela donde firmará un cúmulo de acuerdos comerciales con el gobierno de Hugo Chávez. Entre la comitiva que acompañará al presidente argentino habrá un grupo de empresarios que sellará, entre otros convenios, uno de exportación de ascensores para el Palacio de Miraflores, según señalaron ayer en la Casa Rosada.
Si bien aún no fue confirmado oficialmente, Kirchner viajará junto a su mujer, Cristina Fernández, y los ministros Julio De Vido (de Planificación Federal) y Aníbal Fernández (Interior). Se espera que el Tango 01 se complete con otros integrantes de la cartera de De Vido, uno de los principales puentes del gobierno argentino con Chávez.
No participarían del viaje el canciller Rafael Bielsa ni su segundo Jorge Taiana. Uno se encuentra en China, el otro en Kuwait. En cambio, sí serían parte del vuelo empresarios de Repsol y también de Techint, que en los últimos días alcanzó un acuerdo con Venezuela luego de que Chávez amenazara con reestatizar a una compañía del grupo.
Kirchner llegará a la ciudad de Puerto Ordaz mañana cerca de la medianoche. A lo largo del lunes se desarrollará la actividad oficial y el encuentro con Chávez. Y el martes, antes del mediodía, emprenderá su regreso hacia Buenos Aires, donde, por la noche, tiene programado participar de la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción.
Se esperan acuerdos de intercambio tecnológico con la empresa estatal Invap y la ratificación de los convenios para el intercambio de fueloil venezolano por productos argentinos, además de la construcción de dos barcos en Astillero Río Santiago.
Como prometió en la IV Cumbre de las Américas, desarrollada a principio de mes en Mar del Plata, Chávez podría confirmar la compra de una nueva tanda de títulos de la deuda argentina.
El viaje podría deparar la incorporación de Venezuela al Mercosur. Al menos esa es una especulación que circuló con fuerza en los últimos días. Nadie sabe si la invitación cursada al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva –quien ya avisó que no podrá concurrir– está vinculada al acuerdo regional o a la necesidad de amortiguar el impacto que tendrá en Estados Unidos un encuentro bilateral con Chávez.
Es sabida la postura del presidente venezolano en contra del Acuerdo de Libre Comercio Americano (ALCA) y la preocupación que su política genera en la administración de George W. Bush. Tanto es así que el subsecretario de Estado norteamericano para América latina, Tomas Shannon, señaló que la democracia en Venezuela está en “grave peligro”.
Esa afirmación no hizo otra cosa que generar la reacción de la embajadora argentina en Venezuela, Nilda Garré, quien recordó que el presidente Chávez fue elegido de manera democrática.
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