La reunión duró unos 40 minutos en el Ministerio de Defensa. Ana Gritti, esposa de uno de los siete muertos y única querellante en la causa por la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, visitó a la ministra Nilda Garré para “informarle de los avances en la causa judicial, en la que ya está demostrada la vinculación de la fábrica con el contrabando de armas” a Croacia y Ecuador. Por la explosión intencional del arsenal, en noviembre del ’95, hay siete militares imputados acusados de “estrago doloso”, aunque todos evitaron el encarcelamiento con el pago de una fianza previa. “El encuentro fue muy bueno, pero no vine a pedir respuestas”, dijo Gritti a Página/12.
“Cuando era miembro de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, la doctora Garré presentó un proyecto para crear una comisión bicameral de seguimiento de la investigación de la voladura de la fábrica. Desde entonces, siempre estuve en contacto con ella. Por eso me pareció oportuno, después que estuvo tanto tiempo afuera como embajadora (en Venezuela) y ahora como ministra de Defensa, informarle el avance de la causa en estos últimos siete u ocho meses, que fueron muy importantes”, insistió la mujer que logró que la causa no se archivara.
“La vinculación entre la fábrica y el contrabando de armas está comprobada. Mi reflexión es que si la fábrica militar era funcional al contrabando, la explosión del 3 de noviembre del ’95 fue funcional para ‘los hacedores’ de la venta ilegal de armas, para quienes era necesario borrar huellas. Eso es lo que hay que demostrar ahora”, agregó Gritti.