Por Fernando Cibeira
Desde Montevideo

“El tema político anda muy bien. La última reunión con Lula en Iguazú fue excelente. Tenemos que avanzar en lo económico, un punto muy importante es ayudar a las economías más chicas. Nosotros también tenemos nuestras asimetrías y las tenemos que resolver”, le explicó el presidente Néstor Kirchner a Página/12 al llegar a Montevideo sobre cuáles eran las expectativas de cara a la cumbre de presidentes del Mercosur que, en lo formal, comenzó anoche una velada de gala en el Teatro Solís y una cena de honor ofrecida por el anfitrión, Tabaré Vázquez, en el Hotel Del Prado. El Presidente resaltó otro de los puntos clave del encuentro cuando lo consultaron los periodistas venezolanos que acampaban en el hall del Hotel Radisson, frente a la plaza Independencia. “Venezuela es una gran nación y yo creo que debe ser miembro pleno del Mercosur”, subrayó. Hoy, la reunión trilateral que Kirchner mantendrá con Hugo Chávez y Luiz Inácio Lula da Silva permitirá tomar una postal de ese dato político trascendente que se traducirá en el anuncio de la construcción de un ambicioso gasoducto que unirá a los tres países.
Los presidentes participantes se vieron la cara por primera vez anoche en la cena. Kirchner estuvo acompañado por el canciller, Jorge Taiana; el secretario general de la Presidencia, Carlos Zannini; el ministro de Planificación, Julio De Vido, y, en su debut en el cargo, el titular de la Comisión de Representantes del Mercosur, Carlos “Chacho” Alvarez. En los hechos, la cumbre comenzará recién hoy a las 9, con la ceremonia de inauguración en el Edificio Mercosur, y se extenderá por cuatro horas. Hay unos 18 puntos que ya fueron acordados y que marcarán avances en la construcción del bloque. “Esto muestra una dinámica que hasta hace poco no existía”, evaluaba anoche el canciller Taiana al referirse, en concreto, a la incorporación de un nuevo miembro como Venezuela.
La cumbre de Montevideo tiene como antecedente inmediato lo sucedido en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata. Allí, los cuatro presidentes del Mercosur junto a Chávez resistieron a pie firme los embates de Estados Unidos y sus aliados para reabrir el ALCA, paralizado desde hace meses. Esa resistencia conjunta reflotó una mística del bloque que hacía rato se había perdido, más concentrado como estaba en discutir las diferencias económicas que en celebrar las coincidencias políticas. Rápidamente, Venezuela solicitó –y mañana los cuatro presidentes darán su consentimiento– su incorporación como miembro pleno del Mercosur, no simplemente como estado asociado, que es el status que hoy tienen, por ejemplo, Chile y Bolivia.
La solicitud, inédita, le provocó más de un dolor de cabeza a los negociadores que trabajaron en Montevideo durante los días previos. Incluso, no todos los países estuvieron de acuerdo con la incorporación así, sin más. Se supo ayer que los delegados de Paraguay plantearon que no se debía “improvisar”. “No hagamos un acuerdo a la medida de cada país”, se plantaron. Por eso, fue necesario crear un reglamento que determine la manera en que cada país se sumará al bloque. Porque a la solicitud de Venezuela se agregó otro similar de México. Y si siguen llegando peticiones entonces es lógico que se establezca un mecanismo para la anexión.
En los papeles Venezuela figurará como miembro pleno pero lo cierto es que tendrá que cumplir una serie de requisitos hasta coexistir en pie de igualdad con los otros cuatro países. “Es complejo, nosotros llevamos más de diez años trabajando en la integración. Obviamente, Venezuela no puede igualar esos parámetros de un día para el otro”, explicaba uno de los diplomáticos argentinos. Se firmará entonces un “acuerdo marco” por el queVenezuela accederá a toda la documentación del bloque para que vaya poniéndose a tono. En mayo de 2006, y por seis meses, comenzará a funcionar una comisión que irá evaluando los avances del gobierno de Chávez.
Junto con Taiana trabajó en los días previos el subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal, el funcionario de Cancillería que suele ocuparse de las negociaciones en el Mercosur. Ambos, mientras esperaban que bajara el Presidente al hall del hotel antes de la cena, se mostraban conformes con el nivel de acuerdos alcanzado.
Uno de los puntos que destacaban era el llamado Fondo de Reconversión Estructural que, con el aporte mayoritario de Brasil y Argentina, servirá para ayudar en las áreas más atrasadas de las economías de Paraguay y Uruguay. Este punto era al que se refería Kirchner cuando mencionó las asimetrías entre los países integrantes del bloque que era necesario reducir. El fondo se integrará en un principio con 50 millones de dólares, el próximo año se subirá a 75 y en dos llegará a los 100 millones. Aunque no suene a una cifra exorbitante, los negociadores destacaban que era la primera iniciativa de este tenor que se aprobaba en el Mercosur.
Otro punto importante que hoy aprobarán los presidentes será el protocolo que pondrá en marcha el Parlamento del Mercosur, que tendrá sede en Montevideo y fecha de arranque tentativa en diciembre de 2006. Hay todavía aristas que pulir, por ejemplo, el número de representantes. Valga recordar que Brasil tiene 180 millones de habitantes y los otros tres países suman 46 millones. Con todo, los legisladores serían elegidos por los Congresos de cada país y recién en 2011 lo serían en una elección directa. “Lo importante es que haya representantes del pueblo y el Mercosur salga de las discusiones de los delegados técnicos”, explicaba un funcionario argentino.