“Hay que tener paciencia hasta enero”, pidieron los productores agropecuarios a los consumidores. Recién entonces se verían bajas en el precio de la carne, a pesar del acuerdo que acaban de firmar con el Gobierno. “Todos los diciembre hay un problema estacional, no veo por qué pusieron la lupa sobre este diciembre”, se preguntó el presidente de Carbap, Javier Jayo Ordoqui, quien representa a los ganaderos de la zona pampeana. El empresario procuró liberarse de la presión del Poder Ejecutivo para una rápida caída de los valores de la carne en medio de una aceleración inflacionaria.
Miguel Schiaritti, titular de la Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne, explicó lo mismo que su colega, pero de un modo menos irritante. “Durante diciembre hay razones técnicas de cierre de año, de balances, y las ventas que se hacen durante este mes ingresan en el impuesto a las Ganancias y valorizan el stock del año siguiente”, señaló. Por esa razón, “durante diciembre hay productores que dilatan las ventas”. El empresario insistió en que la razón por la cual no hay que esperar grandes rebajas en las próximas semanas es que hay productores que prefieren “guardarse” para pagar menos impuestos.
A pesar de la confesión, el viceministro de Economía, Oscar Tangelson, subrayó que existe una “coincidencia fundamental (con los empresarios) en la necesidad de contener un proceso inflacionario que no es conveniente para el país”. En ese sentido, aclaró que la inconveniencia “no es por la magnitud, porque es totalmente controlable, y mucho más en condiciones macroeconómicas que permiten tener una tranquilidad que no se tuvo en muchos años”.
A su criterio, “hay un cambio importante y es que todos comprenden que es necesario que confluyan los esfuerzos del sector público y del privado”. Tangelson subrayó que el acuerdo de anteayer se traduce en “expectativas positivas porque hay una clara participación y compromiso de todos los sectores de la producción” en el combate a la inflación. Luego agregó que “es necesario trabajar sobre el incremento de la inversión y la producción, que es el único camino de largo plazo que permite garantizar crecimiento económico sin inflación”.
Por su lado, la ex subsecretaria de Defensa del Consumidor Patricia Vaca Narvaja enfocó el problema desde un ángulo político. Afirmó que a principios de año le advirtió a Roberto Lavagna sobre los riesgos de una suba sostenida de la inflación, pero subrayó que el entonces ministro de Economía “la subestimó”. “Nosotros se lo habíamos advertido a principios de año, le habíamos avisado que tendríamos una suba sostenida, pero no le dio demasiada importancia o creyó que era manejable”, indicó Vaca Narvaja.
La flamante diputada siguió con la descarga de responsabilidades hacia el ex ministro, con quien siempre mantuvo una relación tirante. Dijo que Lavagna “no tuvo desde el comienzo políticas como éstas (en referencia a los acuerdos de precios con productores ganaderos y supermercados) que tienen que ver con una mayor presencia del Estado en la aplicación que tiene cualquier país desarrollado, capitalista y serio, en materia de defensa de la competencia”.
Del lado de los frigorífico, el director ejecutivo de Argentine Beef Consortium (ABC), Mario Rave-
ttino, consideró que “es un alivio” que no vaya a haber una nueva suba de retenciones a la exportación de carnes, pero reclamó que se revise la suba de retenciones que aplicó el Ejecutivo antes de la llegada de Felisa Miceli, del 5 al 15 por ciento, porque advirtió que “el sector está afuera de los mercados externos”.