EL PAíS
Según un sondeo, la gente quiere acuerdos para frenar la inflación
Sin embargo, los encuestados se mostraron divididos en cuanto a la efectividad de esos acuerdos. Quieren que el Gobierno se ocupe.
› Por Raúl Kollmann
Siete de cada diez argentinos está de acuerdo en la política de buscar acuerdos con sectores empresariales para frenar la inflación, aunque las opiniones están divididas respecto de si ese proceso encarado por el Gobierno será efectivo o no. La paridad de opiniones a favor y en contra se extiende también a la llamada liga de intendentes convocada para controlar los precios en cada distrito y existe una ligera mayoría que está a favor de establecer un control general del Estado sobre los precios en caso de que siga el proceso inflacionario. La cuestión no sólo le preocupa a casi todos, sino que incluso siete de cada diez personas creen que es probable que haya un proceso de descontrol inflacionario.
Las conclusiones surgen de la encuesta realizada esta semana por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM) que lidera Enrique Zuleta Puceiro. En total fueron entrevistadas 1100 personas en el marco del estudio semanal denominado Monitor de Tendencias Económicas y Sociales. Se trata de una muestra nacional, con respeto de las proporciones por el tamaño de las ciudades en las que viven los entrevistados y también el sexo, la edad y el nivel económico-social. La coordinación corrió a cargo de Julián Lisa e Isidro Adúriz.
“Los temores ante el proceso inflacionario son reales y se han instalado en el centro de la agenda pública –sostiene Zuleta–. Ello no ha afectado al Gobierno porque se descuentan varias cosas. Que la inflación ha estado siempre ahí, agazapada, esperando ocasiones para manifestarse, por lo cual no hay gente dispuesta a retacear apoyos al Ejecutivo por lo hecho y por lo medios que utilice para defender lo alcanzado.”
De la encuesta de Zuleta surgen algunos elementos categóricos:
- La gente cree que los precios suben más de lo que indica el Indec.
- Se piensa que el Gobierno tiende a subestimar la cuestión: un 58 por ciento cree que le debería dar todavía más importancia.
- Siete de cada diez encuestados aprueba la negociación con los supermercados y los empresarios de la carne buscando una rebaja en los precios del 15 por ciento. Sin embargo, existe un cierto pesimismo al menos de la mitad de los consultados sobre la efectividad de esa política.
- La mayor parte de la culpa por el alza de precios se la echan a los comerciantes, entre los que están los supermercados, y a los mayoristas. En menor medida se apunta a los fabricantes.
- La liga de los intendentes divide opiniones, en porcentajes más o menos iguales están de un lado los que se pronuncian a favor y los que creen que no será útil.
- Hay una leve mayoría a favor de un control todavía más férreo en caso de que el proceso inflacionario continúe.
“Contra lo que muchos piensan, la sociedad argentina se revela como informada y, sobre todo, consciente de los términos más sofisticados del debate económico y político –analiza Zuleta–. Una larga experiencia, forjada a lo largo de procesos de singular gravedad como el de 2001, han convertido al argentino medio en un experto en temas de economía e inflación, el valor del dólar y otras variables que tal vez en otros países no están en la mente de los ciudadanos. No hay respuestas no sabe/no contesta y parece evidente la gran capacidad de opinión. El país vive situaciones de emergencia que disparan comportamientos autoprotectivos.”
El consultor concluye que “por el momento, el Gobierno sigue contando con la confianza muy mayoritaria de la sociedad, al punto que hay un 75 por ciento que está a favor del Presidente y sólo un 25 por ciento en contra. A Kirchner se le contabiliza la capacidad de liderar los esfuerzos por controlar la situación, tiene imagen de independencia de criterio y de lejanía de presiones respecto de los poderes fácticos tradicionales de la economía, es decir de los empresarios y el Fondo Monetario. Se trata, sin embargo, de procesos de alta volatilidad, por lo que el ciudadano que hoy está a favor, mañana mismo se puede poner en contra”.