EL PAíS
› JURARON LOS NUEVOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
La metamorfosis ya está en marcha
Con el desembarco de tres legisladores K cambia la relación de fuerzas dentro del cuerpo que elige y sanciona a los jueces.
› Por Irina Hauser
Aunque todavía en el Congreso no se aprobó el modelo K para el Consejo de la Magistratura, el oficialismo acaba de dar su primer paso fuerte dentro del organismo que elige y sanciona a los jueces. Con el recambio de cinco bancas, ayer asumieron como consejeros dos diputados del Frente para la Victoria, Diana Conti y Carlos Kunkel, que reemplazarán al duhaldista Jorge Casanovas y a la menemista Lelia Chaya. En los próximos días se integrará un senador kirchnerista en lugar de Jorge Yoma. También juraron dos radicales: el senador Norberto Massoni y el diputado Federico Storani.
La salida de Casanovas y Chaya tiene, de por sí, consecuencias transcendentes dentro del Consejo ya que cambia la relación de fuerzas interna. Desarticula un bloque aceitado que –aunque no siempre se imponía por mayoría– a menudo conseguía proporciones suficientes para manejar juicios políticos o incentivar proyectos leales a la corporación judicial. Ambos habían sido designados consejeros por el duhaldismo. Ahora esos lugares le corresponden al kirchnerismo, dominante en el Parlamento.
En los nuevos nombramientos intervino directamente el presidente Néstor Kirchner. Fueron definidos, sorpresivamente, el miércoles a la noche. Kunkel, electo diputado en octubre, fue subsecretario de la presidencia del actual gobierno. Conti viene del Frepaso. Fue subsecretaria de Derechos Humanos de la Alianza, reemplazó a Raúl Alfonsín en el Senado y ahora, aliada con el oficialismo, se convirtió en diputada bonaerense. Los dos formarán parte de una comisión clave, la de Acusación, encargada de promover o desestimar el proceso de juicio político contra jueces denunciados. En los próximos días se sumaría al Consejo el senador Nicolás Fernández, un abogado santacruceño de bajo perfil, afecto a los temas energéticos. En un principio, en realidad, le habían ofrecido el puesto a Vilma Ibarra quien decidió rechazarlo.
Por su lado, el radicalismo asignó al Consejo al senador Norberto Massoni en reemplazo de Carlos Prades. Massoni fue juez en Chubut y un hombre cercano al ex presidente del bloque en la Cámara alta, Carlos Maestro. En lugar de Juan Mínguez entró el diputado Federico Storani. Massoni y Storani estarán en la comisión de Disciplina, que sólo puede impulsar sanciones a los magistrados. En el ámbito del Jurado de Enjuiciamiento, ingresó otro senador de la UCR, José Luis Zavalía.
Apenas comenzó el plenario de ayer juraron todos los nuevos consejeros menos el reemplazante de Yoma, en una ceremonia que encabezó el presidente del cuerpo, el juez de la Corte Enrique Petracchi. Fue un trámite fugaz y enseguida se integraron a los debates del día. El que más sorprendió con su debut fue Kunkel quien, a pesar de estar de estreno, decidió votar en casi todos los asuntos planteados a diferencia de los otros “novatos”, que decidieron excusarse por no conocer los expedientes.
Uno de los temas que apoyó Kunkel fue la sanción disciplinaria al camarista Alfredo Babarosch, que en su lista de “pecados” incluye haberle hecho frente a Raúl Moneta y dos jueces que buscaron favorecerlo. Lo único que votaron todos, por unanimidad, fue la desestimación de la acusación contra los camaristas que liberaron a Omar Chabán (ver aparte).
Contra el pálpito generalizado, durante la reunión ningún consejero expresó su enfado sobre el proyecto impulsado por Cristina Kirchner para reducir el cuerpo de 20 a 13 miembros. Algunos –los legisladores de la oposición y los abogados– se habían quejado en los días previos.
El tono de la sesión empezó a subir de voltaje cuando entró en discusión un paquete para archivar en masa causas disciplinarias. En cuanto el consejero-abogado Beinusz Szmukler planteó discrepancias, el senador kirchnerista Miguel Pichetto lo interrumpió: “Acá siempre pasa lo mismo. Szmukler y (Marcela) Rodríguez (ARI) manejan este Consejo como quieren. Hablan ellos y están contra todo”. “Eso es un agravio para los demás consejeros, los muestra como títeres”, replicó Szmukler. Ahí fue cuando Kunkel salió a respaldar a Pichetto y le espetó a Eduardo Orio, que presidía la sesión: “¿Acá quién preside, usted o Szmukler?”. En el esquema actual del Consejo hay ocho legisladores, cuatro abogados, cuatro jueces, dos académicos, un representante del Poder Ejecutivo y un juez de la Corte. La mitad de los legisladores son kirchneristas. Su peso específico aumentará si triunfa el proyecto oficialista de reforma, que eliminaría a las segundas minorías, al juez supremo, dos abogados, un académico y un magistrado.
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