Vie 16.12.2005

EL PAíS

Prisión y embargo para el segundo de Camps

El juez Corazza procesó al ex subjefe de la Bonaerense, Rodolfo Campos, por los crímenes cometidos en Puesto Vasco durante la última dictadura.

El represor que fue mano derecha de Ramón Camps sigue cosechando causas en su contra. Se trata del ex subjefe de la Policía Bonaerense, Rodolfo Aníbal Campos, que ayer fue procesado por privación ilegítima de la libertad y torturas. El juez Arnaldo Corazza le dictó prisión preventiva y le trabó un embargo de 700 mil pesos. Ya cargaba con una acusación en su contra por los hechos sucedidos durante la dictadura en la Comisaría Quinta de Buenos Aires. Ahora se lo imputa por los crímenes cometidos en Puesto Vasco, otro de los campos de concentración que integraron el circuito represivo en la provincia.
El juez Corazza centró su resolución en el cargo que ocupó Campos como subjefe de la Bonaerense durante el terrorismo de Estado. Ninguno de los sobrevivientes confirmó haberlo visto en alguno de los centros de detención. Sin embargo, la decisión del magistrado se basó en los testimonios de varios ex policías, que ratificaron que todos los integrantes de la fuerza “tenían conocimiento” de lo que ocurría, y en las funciones que cumplía Campos al frente de la fuerza. Así lo señaló en el fallo, donde destacó que “por su ubicación en la cadena de mandos, además de conocer la ilicitud del sistema, impartió las órdenes y brindó los medios materiales para realizar los hechos ilícitos”. “Los ejecutores inmediatos no hubieran podido consumar los delitos ordenados si no se los hubiera provisto de los medios necesarios para ello”, concluyó Corazza. En este sentido, consideró que hubo autoría mediata de los hechos, con lo que le dictó prisión preventiva y un embargo de 700 mil pesos.
Campos se desempeñó como subjefe de la Bonaerense entre diciembre de 1977 y febrero de 1979, al mando de Ramón Camps. Es uno de los pocos ex altos jefes de la fuerza que está detenido, ya que la mayoría de ellos están fallecidos. Actualmente cumple prisión domiciliaria por los delitos de la Comisaría Quinta. La medida dictada ayer por Corazza no cambiará esta situación, sólo que ahora deberá además dar explicaciones por los hechos sucedidos en Puesto Vasco. Se trata del centro que funcionó en la subcomisaría de Quilmes, dependiente de la brigada de Lanús, y por él pasaron 65 detenidos. Todos ellos fueron liberados, salvo Jorge Rubinstein, el abogado platense que fue asesinado en 1977 y cuyo cuerpo fue entregado luego a su familia.
Además de Campos, las investigaciones de Puesto Vasco involucraron a otros cinco ex policías: Oscar Penna, Eros Tarella, Norberto Cozzani, Alberto Rousse y Rodolfo González Conti. El lunes, por este mismo caso, fue indagado el ex capellán Cristian von Wernich. Si bien el cura negó la existencia de centros clandestinos, confirmó que realizó visitas itinerantes a varias “celdas”, tarea que –según aclaró– compartía con otros veinte capellanes. El dato resultó de una relevancia importante para la causa, ya que abre la posibilidad de una nueva línea de investigación.
La situación del religioso se resolverá en los próximos días, en los que Corazza debe expedirse sobre su procesamiento. Caso contrario, Von Wernich podría quedar en libertad, ya que la otra causa por la que se lo imputa todavía no cuenta con sentencia firme.

Informe: Carolina Keve.

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