En reclamo del aguinaldo social, las organizaciones piqueteras opositoras al Gobierno realizaron una jornada de lucha con marchas y cortes de calles en Buenos Aires y el interior del país. La suma fija de 75 pesos había sido concedida a los desocupados en los dos años anteriores, pero todo indica que no lo será en éste. Durante la protesta, los dirigentes tomaron como eje de las críticas la decisión de pagar la deuda al FMI, que contrastaron con la negativa a conceder la ayuda de fin de año a los desempleados. “El Gobierno va a pagar 10 mil millones de dólares al Fondo pero no destina 100 millones de pesos para la población más castigada”, plantearon.
En la Capital Federal hubo movilizaciones en el centro desde a las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Las concentración principal se realizó frente al Ministerio de Trabajo, donde confluyeron grupos que previamente habían manifestado en Desarrollo Social y Economía junto a otros que hicieron un escrache al Banco Central. Hubo también una delegación que bloqueó la estación de trenes de Constitución. Otras cortaron la ruta en La Matanza, en el cruce de Florencio Varela y en el Puente Saavedra, donde se produjo un choque cuando la policía desalojó a los manifestantes para liberar al tránsito uno de los carriles.
En esa situación, se produjeron empujones y palazos a los manifestantes, que contestaron con algunas piedras, pero luego los desocupados accedieron a dejar un carril libre por cada mano.
El aguinaldo social había sido concedido por el actual gobierno en el 2003, con una suma de 50 pesos, y en el 2004, cuando la suma ascendió a 75 pesos.
“Era un refuerzo, ya que hablar de aguinaldo por una cifra tan chica es ridículo. Aun así, para los sectores más pobres implicaba una ayuda y en los barrios todos la daban por segura. Ahora, con los aumentos en los precios de los alimentos, hay mucho malestar”, señaló Gustavo Giménez, del Movimiento Teresa Vive (MST).
Junto al pedido por el aguinaldo, las organizaciones piqueteras mantuvieron los otro cuatro puntos por los cuales vienen reclamando en los últimos meses: el aumento a 350 pesos de los planes, su universalización, un plan de obras públicas que genere puestos de trabajo de manera masiva y la no criminalización de la protesta social.
La Corriente Clasista y Combativa agregó, por su parte, un planteo para que los artículos de primera necesidad no paguen IVA y se fije un cupo a las exportaciones de carne para abaratar los precios. “Hasta ahora, en el tema del aguinaldo no tenemos novedades”, señaló Juan Carlos Alderete. “El Gobierno puso el país patas para arriba, porque saca 10 mil millones de la reserva para el FMI pero no atiende a las familias desocupadas. Tiene un discurso progresista, pero después nos castiga cada vez más.”
Néstor Pitrola, titular del Polo Obrero, agregó que “el aguinaldo sobre los planes sociales es un derecho adquirido” y criticó la “negativa rotunda” de las autoridades a concederlo. En el mismo sentido se manifestó Ernesto Aldana, de la FTC: “todo el mundo ya lo veía como un derecho adquirido, fue una sorpresa no cobrarlo”. A diferencia de los otros sectores, que marcharon o cortaron rutas, su organización bloqueó las boleterías de Constitución. “Es un método más ligado a nuestro perfil, más que a interrumpir el tránsito apuntamos a que los pasajeros viajen gratis.”
Además de las organizaciones mencionadas participaron de la jornada el Movimiento Territorial de Liberación, el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, Quebracho, la Unión de Trabajadores en Lucha y el Movimiento 29 de Mayo, entre otros.
Las actividades en la Capital fueron acompañadas en el interior por piquetes en Jujuy, Santa Fe, La Plata, Tucumán, Río Negro, Misiones, San Juan, Entre Ríos, Santa Fe y Mendoza. En Rosario, tras las manifestaciones, los piqueteros se convocaron en la Plaza San Martín, frente a la delegación del gobierno santafesino, y decidieron acampar hasta que sus peticiones sean consideradas por las autoridades.