EL PAíS
› UN FIN DE AÑO DISTINTO EN DEFENSA
Con elenco inusual
› Por N. V.
Si uno se deja ganar por la experiencia de los cócteles de fin año, en la cartera de Defensa había algunos personajes como fuera de contexto. En el inmenso salón San Martín del Edificio Libertador, los hombres de las tres Fuerzas Armadas compartían saladitos con el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; el cotitular de la Comisión de la Memoria bonaerense y fiscal de la Cámara de Bahía Blanca, Hugo Cañón, con Susana Pérez Gallart y Ernesto Moreau, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), con el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Federico Schuster, entre muchos otros que armaban corrillos en torno de la ministra Nilda Garré.
“El grupo de cine se quiere sacar una foto con Bendini”, repetía asombrada una cronista en alusión a los directores que mostraban su buena onda con el jefe del Ejército, Roberto Bendini. El director del Museo del Cine y realizador de Cazadores de utopías, la película testimonial de la militancia montonera, Luis “Coco” Blaustein, compartía ese inusual escenario con el secretario de Seguridad Interior, Luis Tibiletti; la presidenta de la Comisión de Defensa del Senado, Marita Perceval; el secretario de Política Criminal, Alejandro Slokar, El ex coronel Jaime Cesio, destituido por la dictadura, y la plana mayor de la Universidad Nacional de La Plata.
Garré fue breve. Levantó la copa para brindar por un buen año en el que destacó la necesidad de trabajar en forma conjunta con el área de ciencia y técnica para abrir camino hacia un nuevo rol de las Fuerzas Armadas. Con poco más de veinte días en el cargo, la ministra todavía se sorprende cuando los generales se cuadran para saludarla. Las miradas de varios de ellos denotaban que su sorpresa es mayor.