“Entre el Presidente y la oposición, el Presidente corre con enorme ventaja: lo ven con iniciativa, sensibilidad social, honestidad y que no se casa con nadie. Al ciudadano común le gustaría que no hubiese dos veredas. Es más, percibe y critica que el Gobierno haya adoptado un perfil más autoritario, pero puesto a elegir veredas, indudablemente más de dos tercios se ubican del lado de Kirchner.” Este es el diagnóstico con el que consultor Enrique Zuleta Puceiro analiza los resultados de la encuesta de fin de año de su consultora, Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM).

Zuleta sostiene que esta tendencia a la política de las dos veredas se está viendo en gran parte de los países. “Hay una presidencialización de la política. Se ve desde George W. Bush, hasta Tony Blair, pasando por José Luis Rodríguez Zapatero. En España, que registra el triple de crecimiento económico que el promedio de países de la Unión Europea, el jefe de Gobierno está a las bofetadas con la oposición por la educación sexual, el casamiento de los gays y tantos otros temas. Hay una cuestión de iniciativa política de los presidentes y eso es tal vez lo más significativo de Kirchner: tiene la iniciativa.”

Las conclusiones surgen de una encuesta realizada los días 29 y 30 por OPSM. En total se entrevistaron 1100 personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo, nivel económico-social y tamaño de las ciudades en la que viven los encuestados. La coordinación del trabajo estuvo a cargo de Julián Lisa e Isidro Adúriz.

–Parece raro que Kirchner llegue a máximos de aprobación justo en el momento en que está en el centro de la controversia, con acusaciones de autoritarismo –le planteó Página/12 a Zuleta.

–Por primera vez, todos los encuestadores le dan entre el 71 y el 79 por ciento de aprobación. Tiene que ver con un presidente que monopoliza la iniciativa, arremete contra los problemas, ya sea el FMI o los precios, y pone en duda a la oposición que, salvo Elisa Carrió, tiene poco reconocimiento en el ciudadano común. En nuestra encuesta hay un 60 por ciento de entrevistados que dicen que les fue bien 2005 y un 70 por ciento que piensa que le va a ir mejor en 2006, ello lleva a opiniones favorables sobre un presidente al que ven apto para resolver problemas.

–Pero le critican el perfil autoritario.

–Más de la mitad de la población admite que existe ese perfil autoritario. En general, estamos viendo a nivel internacional presidentes que no hacen alianzas con nadie, ponen en los cargos a gente que les es incondicional y van al choque con la oposición. Al ciudadano no le interesa mucho la política internacional, pero es un hecho que todo se ha internacionalizado. Si hay alguien que, a priori, representa lo contrario del perfil internacional, ese alguien es Evo Morales. Sin embargo, lo primero que hizo fue realizar una gira por doce países. Desde ese punto de vista, a Kirchner lo ven como un hombre que rompió las relaciones carnales, se alió con Brasil, tiene acercamiento con Chávez, se maneja con independencia de criterio y arremete contra lo que piensa que no es conveniente. Eso a la gente le gusta.

–¿Usted diría que hay conformidad con la Argentina actual?

–No, la gente no está contenta con lo que pasa en la Argentina actual, pero cree que las cosas van a mejorar. Hay críticas en el aspecto social, en la cuestión de seguridad y ya hablamos del perfil autoritario. Al ciudadano le preocupa la cuestión del estilo presidencial, pero no lo ve peligroso. No le gusta que haya dos veredas, el Presidente y la oposición, pero diría que en esa dicotomía está claramente del lado de Kirchner. Es cierto que duda cuando se le plantea el sistema de decisiones binario, de confrontación con el oponente. También es cierto que Kirchner ha tenido la habilidad de poner del lado de enfrente al Poder Judicial, que no es bien visto, a los legisladores, que no son bien vistos, las corporaciones, el duhaldismo, el menemismo y gran parte de la oposición, que no termina de hacer pie. El Presidente no se asienta en un gran capital, los votos del 23 de octubre no fueron aplastantes y en el Congreso le cuesta juntar la mayoría en Diputados. El ciudadano común prefiere los consensos, que los políticos no se peleen, pero da la impresión de que la lógica de la confrontación favorece a Kirchner porque cuando se le pide al encuestado que se defina, por ejemplo diciendo a quién votaría, más de la mitad opta por el Presidente –concluyó Zuleta Puceiro.