La Sala Juzgadora de la Legislatura porteña cerró ayer la etapa de recopilación de testimonios en el juicio político a Aníbal Ibarra, con quien Néstor Kirchner tuvo un gesto que fue interpretado como un apoyo: “Amigo Aníbal”, lo recibió en un acto en la Casa Rosada. De los últimos tres testigos que declararon ante la Sala Juzgadora sobresalió la inspectora Marcela Velazco, quien aseguró que una colega suya se reunió con el macrista Horacio Rodríguez Larreta y el abogado José Iglesias a pedido del secretario de Seguridad de la ciudad, Diego Gorgal, para hablar del proceso que se le sigue al jefe de Gobierno. El zamorista Gerardo Romagnoli no estuvo en la audiencia y le comunicó formalmente al juez Julio Maier su decisión de apartarse del juicio.

Los legisladores darán su veredicto el 10 de marzo, pero antes de eso escucharán el martes próximo los alegatos de la fiscalía y la defensa. El fiscal Jorge Enríquez adelantó que pedirá la destitución y la inhabilitación de Ibarra por diez años, mientras que su defensor, Julio César Strassera, solicitará la absolución.

Después de un mes de audiencias dedicadas a escuchar a los testigos propuestos por la fiscalía y la defensa, la Sala Juzgadora escuchará recién dentro de una semana los alegatos. Es probable, de todos modos, que en los próximos días los legisladores que la integran se reúnan para definir el procedimiento que seguirán para dictar la sentencia.

De los casi 140 testigos propuestos, se presentaron finalmente poco más de 100. Enríquez evaluó que está “suficientemente acreditada la responsabilidad política” de Ibarra en la tragedia de Cromañón. Los hombres del jefe de Gobierno consideran que “este proceso no ha logrado probar absolutamente nada” y la defensa obrará en consecuencia. “El juicio tendría que terminar por unanimidad con la absolución”, sostuvo Strassera, quien no dejó pasar la declaración de Velazco: “Lo más importante que pasó fue que una testigo dijo que se efectuaron reuniones en el estudio de Horacio Rodríguez Larreta para hablar del juicio político”.

Velazco admitió que mantuvo un breve encuentro con Ibarra tras ser citada a declarar, pero aclaró que contó que su colega Paula Trunso se había reunido, en cambio, con Rodríguez Larreta, número dos del macrismo porteño, y con Iglesias, a pedido de Gorgal. El funcionario, vinculado con los macristas que llegó a la administración ibarrista secundando a Juan José Alvarez, desmintió a Velazco y atribuyó sus dichos a su decisión de sumariarla por su desempeño como inspectora.

Sin entrar en esa polémica que varios atribuyen a una interna del gobierno porteño, Strassera explotó la declaración de Velazco porque en su momento el macrismo acusó a Ibarra de reunirse con testigos para preparar su declaración en el juicio. Desde el kirchnerismo siguieron los pasos del defensor del jefe de Gobierno. “Si esta declaración es cierta, pone en evidencia la sistemática decisión del macrismo de voltear a un gobierno democrático”, manifestó el titular del bloque K en la Legislatura, Diego Kravetz, mientras la diputada Silvia La Ru-ffa expresó que “Macri debería explicarle a su segundo que no alcanza con decir que se respetan las instituciones, sino que se debería obrar en consecuencia”.