“Hemos vencido al Pacto de Olivos.” Con esa frase, Néstor Kirchner celebró ayer la modificación del Consejo de la Magistratura. El Presidente dijo sentirse “muy feliz y contento” por la actitud de los legisladores que aprobaron la ley y, en cambio, atacó duramente a los que se opusieron. “No presentaron ningún proyecto (alternativo) por pereza intelectual, o porque no saben lo que quieren, porque sólo quieren oponerse”, señaló el mandatario. La dureza también caracterizó a las respuestas por parte de la oposición, que resaltó los “peligros para la independencia del Poder Judicial” que plantearía la nueva norma. Y hasta de la organización norteamericana de defensa de los derechos humanos, Human Right Watch, que en un comunicado destacó que la reforma “aumentará la vulnerabilidad de los tribunales a las presiones políticas”.

La alusión presidencial al Pacto de Olivos no fue casual. El Consejo de la Magistratura fue resultado de aquel entendimiento entre Carlos Menem y Raúl Alfonsín. Kirch-

ner calificó a la ley como un “golpe a las corporaciones”, precisamente para aludir ya no sólo a la familia judicial sino también a la política.

La de Kirchner no fue la única voz oficial que abordó el tema. También lo hicieron dos de los funcionarios que más trabajaron para que la iniciativa de Cristina Kirchner sea aprobada: el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

“Quien afirma que el Gobierno tendrá hegemonía (en el Consejo de la Magistratura) tiene mala fe, o no sabe de lo que está hablando. Lo que no deben dejar de decir a la sociedad, para no mentirle descaradamente, es que para nombrar o destituir a un juez hay que llegar a un consenso”, señaló Aníbal Fernández.

Por su parte, Alberto Fernández celebró la aprobación y destacó que “la gente sabe” que el Gobierno impulsa los cambios “con ningún fin subalterno y ninguna otra intención que hacer una mejor Justicia”.

En tanto, el ex presidente radical Raúl Alfonsín evaluó como “muy serio” que varios diputados de la oposición hayan votado a favor del proyecto, lo que explicó porque “buscaron lograr algún beneficio” para sus provincias. El cordobés Mario Negri, también radical pero que votó en contra, advirtió que la reforma garantizará al Gobierno mayor concentración de poder. El legislador recordó que en el año 2004, Kirchner “mandó un proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, firmado por él y por el ex ministro (Gustavo) Beliz, que sostenía el equilibrio de los miembros de lo que él llama corporaciones, llámense académicos, colegios profesionales y la representación de los jueces”. Aquel proyecto, señaló Negri en un diálogo con Radio Universidad, “no tiene nada que ver con este que mandó ahora” porque, “entre el 2004 y éste lo que ocurrió al medio es que hubo elecciones”.

El intendente de Córdoba y líder del Partido Nuevo, Luis Juez, dijo que se siente “más alineado que nunca” detrás del proyecto político de Kirchner, contra lo que puede suponer el hecho de que los diputados de su corriente hayan votado en contra del proyecto oficial de reforma del Consejo de la Magistratura.

“Es natural que el Presidente tenga algún nivel de molestia, pero en el fondo sabe que lo nuestro no pasa por la conveniencia sino por la convicción y que mi compromiso es más profundo que el de por lo menos 30 de los diputados que ayer votaron a favor”, aseveró Juez.

Mientras tanto, la Justicia porteña y el Colegio de Abogados recibieron ayer sendas presentaciones contra la ley. El abogado Ricardo Monner Sans presentó una acción de amparo ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo pidiendo que se declare “inconstitucional” la norma pues “agrede la concepción ideológica” de la Carta Magna y “debilita aún más la independencia del Poder Judicial”.

También lo hizoMarcos Azerrad, quien remitió un escrito al Colegio de Abogados de la Capital pidiendo que presente los “recursos de nulidad e inconstitucionalidad” contra la ley de reforma del Consejo.