Casi dos años atrás, en abril de 2004, los dueños de supermercados de origen chino formaron su propia cámara empresaria. No los reunió exclusivamente una cuestión comercial. Antes que nada, los movió la necesidad de defenderse de la discriminación. Los comerciantes se quejaban de que los municipios les retrasaban las autorizaciones para habilitar locales. Y que recibían el triple de inspecciones que sus colegas de los supermercados. La guerra con las grandes cadenas tuvo ayer un pico de tensión: los autoservicios chinos anunciaron que presentarán demandas por discriminación y por competencia desleal contra Carrefour, que en su último spot publicitario aludió a ellos.

Con la música que popularizó el dúo Pimpinela, la publicidad de Carrefour modificó la letra del estribillo: “Me engañaste, me mentiste, me dijiste que me lo bajabas y me lo subiste//Te burlaste, prometiéndome precios y productos que yo no quería//Me engañaste, tus ofertas son sólo con las marcas desconocidas//Me dijiste que era barato y yo te creía...”. Efectivamente, las imágenes aluden a los autoservicios chinos: aparece el frente de un local; gente de rasgos orientales y un pote cuya marca (inventada) es Chee So.

Antes del fin de semana, pocas horas después de que los canales de televisión emitieran el aviso, hubo comerciantes que llamaron a la cámara expresando su malestar. “Nos sentimos ofendidos”, resumió, en diálogo con Página/12, Miguel Angel Calvete, secretario general de Casrech, la cámara que aglutina a los supermercadistas chinos.

Ayer, desde Casrech, enviaron una carta documento exigiéndole a Carrefour el levantamiento del spot. Y, anoche, los abogados de la cámara evaluaban el tenor de las denuncias. Ya se había decidido elevar una demanda ante el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) y otra ante Defensa de la Competencia. Alegan que hubo publicidad y competencia desleal, a la vez que se intenta manipular la libre elección de los consumidores.

Página/12 intentó comunicarse con autoridades de Carrefour Argentina para conocer su opinión sobre el caso, pero prefirieron el silencio. La compañía de origen francés lidera la facturación minorista en la Argentina, grupo que en el país también integran Supermercados Norte y Día. La publicidad en cuestión fue lanzada para anunciar que Carrefour añadió 587 productos a la lista de más de 200 a que ya se había comprometido en el acta firmado con el Gobierno para mantener los precios congelados hasta fin de año.

La puesta en marcha de la campaña es, en realidad, un capítulo más de la guerra que mantienen las cadenas y los autoservicios chinos. En los súper aseguran que en esas grandes superficies venden más barato que en los pequeños comercios, cuestión que niegan los orientales.

Lo cierto es que las investigaciones de mercado vienen revelando un enorme crecimiento de los autoservicios. Antes de la explosión de la convertibilidad, los chinos concentraban apenas el 1 por ciento de la facturación del comercio minorista. Ahora, esa participación alcanza al 11 por ciento. Los 2300 locales abiertos entre Capital y Gran Buenos Aires facturan alrededor de 1000 millones de pesos anuales. En los distritos del interior existen otros 800 locales.

De acuerdo con un trabajo de la consultora especializada en comercio minorista AC Nilsen, la expansión de los autoservicios es más acelerada que en las cadenas: mientras estas últimas duplicaron sus ventas respecto del año de la crisis, los pequeños locales crecieron un 147 por ciento.

Calvete, representante de los autoservicios, explica las razones por los precios más competitivos: menores costos (como la administración es familiar y tienen pocos empleados, se evitan pagar altos salarios gerenciales); márgenes de ganancia más pequeños que en las grandes tiendas y fuerte presencia de segundas marcas.

No es la primera vez que los autoservicios de origen chino recurren al Inadi. En oportunidades anteriores protestaron porque se sintieron discriminados ante la dilación de las habilitaciones y las reiteradas visitas de inspectores. También pasó que, ante una clausura, un autoservicio estuvo cerrado una quincena, cuando lo normal hubieran sido 72 horas. En cambio, esta será la primera vez de una denuncia ante Defensa de la Competencia y, eventualmente, ante el Poder Judicial.