La Justicia llega, y a veces desde el exterior. La fiscalía de Stuttgart, Alemania, envió un exhorto al país para que declararan determinados testigos en un caso de soborno transnacional. El investigado es un empresario alemán por el pago de coimas en Argentina a partir de la venta de numeradores para billetes, y uno de los supuestos testigos es el ex presidente de la Casa de Moneda durante el menemismo, el empresario textil Armando Gostanian. Tras analizar los hechos descriptos por los alemanes, la Justicia argentina concluyó que el ex funcionario sería más bien imputado, según nuestra legislación. Los investigadores sospechan que a Gostanian le habría correspondido un millón de dólares en esa operación. Por otra parte, sigue abierta la causa por enriquecimiento ilícito en la que se lo acusa de haber aumentado su patrimonio en más de 5 millones de dólares.

El pedido desde Alemania lo recibió el juez federal Jorge Ballestero y como este magistrado entendió que esos testigos serían claramente imputados, según los detalles del caso, hizo la denuncia correspondiente. Le tocó a su colega Ariel Lijo, quien dio intervención al fiscal Carlos Cearras para que impulsara o descartara la denuncia. Cearras consideró que había mérito y formuló el correspondiente requerimiento, en el que solicitó una serie de medidas.

Estos serían los hechos, según la información proveniente de Alemania: la empresa Atlantic Zeiser proveía equipos numeradores para billetes a la Casa de Moneda a través de un representante en Suiza, que al tiempo fue cambiado por un representante en Argentina. Se trata de una sociedad anónima que está bajo investigación. La empresa alemana habría pagado desde 1994 hasta 1999 retornos del 30 por ciento. Al principio los depositaba en Uruguay y luego la intermediaria argentina mandó un fax, reforzado por una carta, ordenando que ese retorno fuera depositado en una cuenta en un banco suizo.

La fiscalía de Stuttgart investigó y documentó que la cuenta, que había sido abierta en 1990, pertenecía a Armando Gostanian y dos familiares directos del ex funcionario figuraban como apoderados. El monto total del soborno habría sido de alrededor de 2 millones y medio de marcos alemanes, algo así como 1 millón 600 mil dólares en la totalidad de la relación contractual, de los cuales 1 millón habría sido para Gostanian. Hay otros involucrados que están siendo investigados.

El éxito, o al menos la posibilidad de profundizar en este caso, se basa en el envío de documentación respaldatoria por parte de la Justicia alemana, según afirmó a Página/12 una alta fuente judicial. Mientras tanto, los investigadores esperan recibir de la Casa de Moneda una copia de aquel cuestionado contrato.

Es posible que por el tiempo transcurrido algunos de los hechos hayan prescripto. Sin embargo, el menemista tiene abierta aún una causa por enriquecimiento ilícito y estos datos podrían ser útiles en tal pesquisa, según la misma fuente. En 2002 la Oficina Anticorrupción denunció que el ex encargado del merchandising menemista aumentó sus posesiones en casi un dos mil por ciento durante su mandato al frente de la Casa de Moneda, desde agosto de 1989 hasta diciembre de 1999. En la presentación de impuestos por ganancias, Gostanian había declarado en 1990 que su activo era de 273 mil pesos, y diez años más tarde ascendía a 5 millones y medio de pesos o dólares, en la época del 1 a 1.

El empresario textil ya fue indagado en ese proceso y los investigadores están esperando el resultado de la ampliación de un peritaje, a pedido de sus abogados defensores. Hay un “espacio económico” de su patrimonio no justificado, y la semana próxima estaría terminada esa ampliación. Pero recién cuando la analicen los peritos contadores oficiales y los de parte el juez federal Norberto Oyarbide estará en condiciones de determinar eldestino del ex incondicional de Carlos Menem. Quizá para entonces pueda contar con la información proveniente de la nueva causa.