En una suerte de profundización de la autocrítica ofrecida hace exactamente un año, el jefe de la Armada, Jorge Godoy, afirmó ayer que “el presente nos ofrece la posibilidad, todavía al alcance, de redimir individualmente deudas de muy distintos tenores y medidas, contraídas en un pasado trágico, de uno de cuyos hechos más tristemente emblemáticos nos separarán en breve 30 largos y meditados años”.

Durante la ceremonia conmemorativa del 149º aniversario del fallecimiento del almirante Guillermo Brown, Godoy se refirió de esta manera al 30 aniversario del golpe militar que se recordará el 24 de marzo. El acto se llevó a cabo en el Apostadero Naval Buenos Aires, encabezado por la ministra de Defensa, Nilda Garré. El 3 de marzo del año pasado, el jefe de la Armada había reconocido que la Escuela de Mecánica de la Armada fue utilizada para la “ejecución de hechos calificados como aberrantes y agraviantes a la dignidad humana, la ética y la ley, para acabar convirtiéndose en un símbolo de barbarie e irracionalidad”.

“Así como no puede ocultarse el sol tras un harnero, no pueden esgrimirse argumentos válidos para negar o excusar la comisión de hechos violentos y trágicos en ese ámbito. Hechos que nadie podría justificar, aun en las gravísimas circunstancias vividas”, afirmó entonces Godoy para ratificar días después, durante el inicio oficial del Año Naval, que el camino iniciado “no tiene retorno”.

El jefe de la Armada siguió ayer la misma línea argumental y recordó el ejemplo del trato que daba Brown a los prisioneros españoles durante la guerra de independencia. También se refirió a los episodios ocurridos en la Base Naval de Puerto Belgrano, en los que cinco oficiales fueron obligados a sentarse en agua hirviendo. “Hay que erradicar esta cultura, que tiene claros rasgos autoritarios”, dijo.

“Lo central aquí es esa cultura que todavía está enquistada y quizá la propia gente que la lleva a cuestas no se da cuenta y hace de esto como si fuera una demostración de fortaleza”, criticó el titular de la Armada, quien dijo “no conocer” otros casos de similares características.

Godoy se refirió a la noticia conocida esta semana sobre un grupo de oficiales y suboficiales de la Agrupación de Comandos Anfibios de la Escuela de Infantería de Marina que en 2004 fueron manteados y obligados a sentarse en agua hirviendo en un sector de la Base Naval de Puerto Belgrano, a modo de ceremonia de bienvenida, hecho por el que cinco de ellos sufrieron quemaduras en glúteos, piernas y testículos.

El caso es “de gran preocupación” y “estamos trabajando intensamente para erradicar esta cultura, que tiene claros rasgos autoritarios”, dijo Godoy en una entrevista publicada ayer, y advirtió que “puede haber sanciones muy graves” que se conocerán “en 20 días o un mes”.

El caso decidió al Ministerio de Defensa a presentarse como denunciante ante la Justicia Federal. Nilda Garré justificó la decisión a “la necesidad” de que sea la Justicia Federal, y no la Militar, la que se pronuncie sobre el caso, luego de que esta mañana la titular de la cartera definiera los actos ocurridos como propios de “una mentalidad autoritaria y retrógrada”. El paso anunciado por la cartera se funda “en la necesidad de resguardar los derechos de las víctimas y de los posibles responsables de las acciones denunciadas”.

En la ceremonia estaban presentes el capitán y la tripulación del buque insignia irlandés Eithne, en la primera visita que realiza esa armada al país, especialmente invitados al homenaje a Brown, nacido en Irlanda.