“Es una cuestión de oportunidad”, decía anoche un vocero del bloque oficialista en la Cámara baja para explicar por qué el kirchnerismo se negaba a avanzar con la derogación de los indultos firmados por Carlos Menem. Luego de haber enviado más de una señal en el sentido de que acompañarían la derogación del perdón presidencial a los responsables del genocidio de la última dictadura militar, el oficialismo se abroqueló en cuestiones reglamentarias para evitar una definición. El gesto se explica por la falta de señales en ese sentido desde la Casa de Gobierno.

Durante todo el día de ayer, en los pasillos del Congreso se especuló con que sería el presidente Néstor Kirchner quien asumiría la tarea de anular los decretos de indulto. Se repitió hasta el cansancio que el Legislativo no podía avanzar sobre decisiones de competencia exclusiva del Ejecutivo. El dato reafirmaba las especulaciones. Fueron varios los diputados del Gobierno que esperaron, en vano, un gesto desde la Rosada. De los indultos se habló en la reunión de la mesa de conducción de la bancada, pero la falta de señales desde el Gobierno llevó el tema a una vía muerta. Para cuidar las formas dejaron trascender que no discutieron sobre la cuestión.

Lo cierto es que para hoy por la mañana está convocada la Comisión de Asuntos Constitucionales, que preside el salteño José Manuel Urtubey. El tema no figura en agenda. Los voceros oficialistas lo destacaban para demostrar que no sería factible avanzar en su tratamiento. Lo cierto es que la oposición lo intentará. Como mínimo reclamará que se lo incluya en el temario de la comisión, para que pueda ser discutido en los próximos encuentros, así lo señaló a este diario la diputada del ARI Marcela Rodríguez. Precisamente fue la diputada quien pidió el tratamiento sobre tablas de esta iniciativa cuando se aprobó convertir en feriado al Día de la Memoria, Verdad y Justicia, como se calificó desde 2002 al 24 de marzo. En aquella ocasión, el titular del bloque del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi, calificó a la iniciativa del ARI como “una chicana”. Los hombres del oficialismo no recordaron que el titular de la bancada ARI, Eduardo Macaluse, en la habitual reunión de Labor Parlamentaria, les había adelantado que lo plantearía en el recinto.

En aquella ocasión, Rossi respondió que su bloque estaría dispuesto a avanzar en una iniciativa como la que en su momento se unificó en un proyecto de los ex diputados Gerardo Conte Grand y Patricia Walsh. Esa precisamente era la norma que el ARI estaba dispuesto a poner en consideración. Nadie puede asegurar que en la sesión de mañana algún miembro de la oposición reclame un apartamiento del reglamento para discutir la propuesta. Claro que sin los números favorables del bloque mayoritario, la movida no pasará de ser un gesto político.