Por Sandra E. Dosch *

Es notable cómo en estos tiempos algunos legisladores se sienten dueños de la verdad o portadores de la voz del pueblo. En la nota del día 18 de junio la legisladora Lía Méndez no solamente desmerece la labor de numerosos legisladores comprometidos desde hace tiempo en la discusión de la ley de presupuesto participativo, de los cuales algunos han sido autores de proyectos estudiados y elaborados en conjunto con organizaciones de gran prestigio como son la CTA y Poder Ciudadano, sino que lo peor es que subestima la capacidad participativa de los vecinos cuando sugiere que terminarán debatiendo los temas que se les quieran hacer debatir, como cuántos árboles sembrar en la plaza o de qué color pintar las rejas que los cuidan del acoso de los perros.
No se entiende el calificativo de “hacer como si...” cuando desde la Comisión de Descentralización y Participación Ciudadana de la Legislatura porteña se está trabajando arduamente, con la invitación abierta a todos los vecinos y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para poder contar en el corto plazo con una ley que contemple y exprese las demandas de la sociedad y la realidad actual por la que atraviesa nuestra ciudad.
Es curioso que a pesar del interés manifestado en su nota de opinión, la legisladora, que ya cumple dos años en la función, recién haya presentado su proyecto de ley hace sólo dos semanas y que recién ahora exprese cuál es su forma de pensar al respecto. ¿Será una cuestión de conveniencia o sentido de la oportunidad?
El objetivo es contar con una ley que garantice que el carácter participativo de los futuros presupuestos perdure en el tiempo, más allá del gobierno de turno, y que otorgue el poder a los vecinos cada vez que se involucren en el tema. Y, si los distintos bloques legislativos coincidimos en el espíritu o en la concepción de esta ley, luego podremos discutir las cuestiones en particular, de cada artículo, pero está claro que para poder cumplir con esta meta debemos trabajar juntos en este sentido y no especular para ver de qué manera nos posicionamos unos sobre otros, cuando lo que está en juego es el destino del dinero de los contribuyentes.
Deben ser los propios vecinos quienes determinen el contenido de una ley de presupuesto participativo que realmente los represente, y para ello la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y el Poder Ejecutivo deben brindarles la información y la preparación necesaria que les permita consustanciarse e involucrarse activamente para poder transformar esta ley en una herramienta real que posibilite participar en la toma de las decisiones vinculadas con el interés público.

* Legisladora porteña; presidenta de la Comisión de Descentralización y Participación Ciudadana.