Pasaron un día en una quinta de Ingeniero Maschwitz, alejados de las ruidosas protestas de los ahorristas en el Congreso. Disfrutaron de una lasagna con pavita y una tibia tarde de sol. En ese lapso, definieron un nuevo apoyo al gobierno de Eduardo Duhalde, que se expresó en una cerrada negativa a un posible llamado a elecciones anticipadas y con la designación de los representantes que integrarán la comisión de acción política que buscará “ordenar la elección interna” de los candidatos a presidente. No fue todo. Los senadores del justicialismo también tuvieron tiempo para encontrar la forma de “sancionar” a los ocho rebeldes del bloque y sacarlos de las comisiones que presiden.
“El retiro espiritual” de los senadores del PJ se realizó el camping de los gastronómicos, el mismo lugar donde Luis Barrionuevo convenció a Duhalde para que designe a su esposa, Graciela Camaño, como ministra de Trabajo. El lugar parece favorecer al sindicalista gastronómico, ayer logró que sus colegas lo incorporen en la mesa de conducción del bloque junto a la reutemista Roxana Latorre.
Con vino mendocino en la mesa, los 31 legisladores oficialistas –faltó sólo Mario Danielle por estar fuera del país– utilizaron parte de la mañana para evaluar la situación política. Llegaron a la conclusión de que hay un escenario de “tranquilidad” que permitirá alcanzar un acuerdo con el FMI y, sobre todo, garantizar una “transición ordenada” hasta las elecciones en setiembre de 2003. Con esto los legisladores consensuaron la posición de evitar cualquier posibilidad de un llamado anticipado a elecciones. De todas formas, y para estar seguros de que el escenario económico es de tranquilidad, decidieron invitar para el próximo martes al ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Para asegurar la salida ordenada acordaron cumplir con el compromiso de integrar la mesa de acción política que tiene por misión “juntar a los presidenciables y así, creen, ninguno tendrá el pretexto de ir por afuera del partido en los próximos comicios”. Esa mesa estará integrada por representantes de Diputados y por gobernadores que no participarán de la disputa interna. Por la Cámara alta fueron elegidos el presidente de la bancada, José Luis Gioja, el riojano Eduardo Menem y el ahora duhaldista Antonio Cafiero. La opción por estos dos últimos tiene un alto significado político, sobre todo si se tiene en cuenta que el próximo lunes dos viejos socios se reencontrarán La Rioja: Carlos Menem y Eduardo Duhalde.
Casi con la comida servida, los senadores se zambulleron en el punteo de una agenda parlamentaria. Juran que el tema de la inmunidad a los directores del Banco Central que impulsa Mario Blejer no está en la cabeza de la mayoría de los oficialistas, salvo en la del ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich, que presentó un proyecto que incluye este punto. “No hay mucho ánimo para avanzar en ese tema”, reconoció Gioja sin convicción a este diario.
El caso de los ocho rebeldes del bloque llegó para la sobremesa. Si bien no trascendió que se hayan producido pedidos de expulsión de los disidentes –que se opusieron a derogar la cuestionada Ley de Subversión Económica–, utilizaron buena parte de la tarde para encontrar la forma menos traumática para eyectarlos de las comisiones que presiden. No es un dato menor. Por caso, el entrerriano Jorge Busti preside la Comisión de Acuerdos, la santacruceña Cristina Kirchner la de Asuntos Constitucionales, el chubutense Marcelo Guinle la de Combustible y el riojano Jorge Yoma la vicepresidencia de Hacienda.
Para sacarlos de estas estratégicas comisiones resucitaron el viejo proyecto de reforma del Senado que incluye la reducción de las comisiones. Es así que buscarán aprobar en el recinto la próxima semana la disminución de las 47 comisiones y transformarlas en sólo 25. Esto implicará un incremento de senadores en cada nueva comisión y por lo tanto se buscará renovar las autoridades.
De todas formas, la bronca con los rebeldes no es igual para todos. La mayoría del bloque hace una fuerte diferencia entre los santacruceños y puntanos con los otros cuatro que consideran “recuperables”. Igual, y por si acaso, ninguno de ellos quedará al mando de alguna comisión.
Esta situación más que desunir a los rebeldes los cohesionó aún más. Hoy por la tarde presentarán un proyecto de comunicación donde le solicitan al Gobierno que no se toquen más las reservas del Banco Central. Convencidos sobre la escasa posibilidad de éxito, tienen planeado apelar a la Justicia con un recurso de amparo.