EL PAíS › EL GRUPO BEMBERG VENDIO TODAS SUS ACCIONES EN QUILMES A LOS DUEÑOS DE BRAHMA
El proceso de desnacionalización de la industria suma otro caso. Quilmes pasa a una empresa de capitales belgas y brasileños por 1200 millones de dólares. La operación se pagará en efectivo y los vendedores no deberán tributar Ganancias por esa fortuna.
› Por David Cufré
El plan del Gobierno de reconstituir una burguesía nacional que lidere el proceso de desarrollo sufrió un nuevo contratiempo: el grupo Bemberg, que empezó sus actividades en el país en 1890, decidió entregar la totalidad de su participación accionaria en la cervecera Quilmes por 1200 millones de dólares. La venta se concretó ayer. La comunicación oficial se hizo en Bruselas y San Pablo, sedes de los compradores, las compañías belga InBev y brasileña AmBev. Esta última, dueña de Brahma, entre otras marcas, ya había entrado como socia de la firma local en 2002. Aquella operación se presentó como una alianza estratégica, pero fue sólo cuestión de tiempo hasta que los antiguos dueños terminaron de embolsar una fortuna y entregaron el negocio a capitales más fuertes.
Bemberg se suma a una larga lista de “capitanes de la industria” que frente a una oferta suculenta cede el control de la empresa. El proceso fue especialmente intenso durante la década pasada, pero está claro que no terminó. Una característica novedosa de los últimos años es que los compradores son mayoritariamente brasileños: Amalia Lacroze de Fortabat embolsó más de 1000 millones de dólares por la venta de Loma Negra a Camargo Correa; el frigorífico Swift fue adquirido por Friboi por más de 200 millones; la familia Acevedo le dejó la siderúrgica Acindar a Belgo Mineira por 240 millones; Pérez Companc recibió 1200 millones de Petrobras y hasta una compañía mediana como la textil Grafa se llevó 20 millones de Coteminas.
En todas esas operaciones, los vendedores quedaron librados de pagar el impuesto a las Ganancias por las utilidades obtenidas por la operación, simplemente porque esas transferencias están exentas. En ningún caso los empresarios reinvirtieron ese dinero en el país para descollar en ninguna otra actividad productiva. Por más que la estadística de inversiones extranjeras pegue un salto con estas ventas, no terminan agregando valor ni propiciando desarrollo interno. Los compradores vienen a capturar rentas extraordinarias en mercados concentrados, no a abrir nuevas fábricas que compitan con las existentes. Es la forma más rápida de captar porciones mayoritarias del mercado.
Quilmes era una empresa ideal para ese fin. Además de ser líder en Argentina, con una participación en las ventas que antes de su primera transferencia a AmBev en 2002 era del 64 por ciento y que actualmente supera el 80, es número uno en Bolivia con el 98 por ciento, en Paraguay con el 85 y en Uruguay con el 58. En Chile, en tanto, ya logró una penetración del 11 por ciento. En Argentina y Uruguay, asimismo, es la principal embotelladora de Pepsi.
AmBev se interesó por la compañía para dar un salto en la región. Después de la devaluación, los dueños de Brahma vieron la oportunidad de entrar en Argentina aprovechando la debilidad del grupo Bemberg, golpeado por una deuda en dólares que se hizo demasiado pesada. La empresa brasileña pagó 375 millones por el 37,5 por ciento de las acciones. De acuerdo con especialistas en este mercado, el objetivo de AmBev era armar un paquete interesante para ofrecer el manejo del negocio cervecero en la región a alguno de los grandes jugadores internacionales. Hace dos años, el plan se concretó con un acuerdo con la belga InBev, la número uno del mundo por volumen de negocios.
El grupo Bemberg cedió en esta operación la totalidad de las acciones que tenía en Quilmes, a través de la firma Quinsa. Aunque disponía sólo del 36,1 por ciento de las acciones con derechos económicos, tenía el 54,8 de las acciones con derecho a voto. Por esto último, seguía reteniendo el control de la compañía. Ahora, InBev-AmBev se queda con el 91,18 por ciento de las acciones y el 8,82 por ciento restante flotará libremente en la Bolsa de Luxemburgo, donde cotiza Quinsa.
Un dato sobresaliente del comunicado que entregaron los compradores es que los 1200 millones de dólares serán pagados en efectivo. La posibilidad de obtener financiamiento internacional barato explica en parte el proceso de transferencias. Brasil, en ese sentido, tiene una política expansiva muy definida. El Banco Nacional de Desarrollo es la herramienta financiera para ese crecimiento.
InBev tiene un portafolios de 200 marcas en todo el mundo. Las más importantes son Stella Artois, Beck’s y Skol. Está radicada en 30 países. Aunque la venta de Quilmes se concretó ahora, ya estaba previsto en el acuerdo original con AmBev de 2002 que todos los años en abril se abriría una instancia de negociación para definir un eventual traspaso de acciones. Así ocurrió desde 2003 en adelante. De todos modos, ese mismo convenio había dejado sentado que en 2009 las acciones del grupo Bemberg quedarían fusionadas con las de AmBev. Pero la desnacionalización, finalmente, se produjo antes.
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