El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, volvió a pedirles a los ambientalistas de Gualeguaychú que levanten el corte por la instalación de las papeleras en Fray Bentos. “Seguir perjudica los intereses del país”, evaluó el funcionario tras la decisión de la asamblea de mantener cerrado el puente hasta el 1º de mayo. La idea de los vecinos es levantar la medida un día después de la marcha que vienen organizando para el 30 de abril, cuando se cumpla un año de la gran movilización que logró reunir a más de 40 mil personas en rechazo a la construcción de las plantas.

“La estrategia debe conducirla la Cancillería argentina. Seguir con el corte de ruta perjudica los intereses de Entre Ríos y del país”, señaló Busti. En línea con el argumento que maneja el Gobierno nacional, el gobernador consideró que la protesta “nos perjudica en el marco del Mercosur y crea dificultades para cuando recurramos ante la Corte Internacional de La Haya”. Justamente esas dos cuestiones son las que vino invocando la administración de Néstor Kirchner en sus pedidos para que los bloqueos sean levantados. Pero, hasta el momento, todos los intentos fueron frustrados.

Aunque la discusión está plantada entre los vecinos de Gualeguaychú, durante la asamblea del sábado, que se prologó varias horas, la mayoría decidió no levantarlo. La propuesta que ganó más adhesiones fue mantener el corte hasta la movilización del domingo, fecha en la que se cumplirá un año del “histórico abrazo al puente” que con casi 50 mil personas se transformó en la marcha ecologista más grande de la historia del país. Para este año, los ambientalistas esperan una convocatoria aun mayor, con lo que entienden que levantar el corte un día después le daría mayor fuerza simbólica a la medida.

En cambio, para Busti seguir “una semana más no tiene sentido”. En realidad, el funcionario hace tiempo que insiste en que cesen los cortes e incluso llegó a plantear la posibilidad de plebiscitarlos, algo que tuvo que descartar inmediatamente por el amplio rechazo que recibió de parte de los vecinos. La Cancillería también organizó varias reuniones con los ambientalistas que, si bien tuvieron como consigna mantenerlos informados sobre la presentación ante el Tribunal de La Haya, también sirvieron para que el Gobierno expresara su postura. Tal como lo resumió ayer Busti, los dos puntos que preocupan en Casa Rosada son que, con los bloqueos, pierde fuerza la demanda que presentarán ante la Corte internacional, al mismo tiempo que favorece las denuncias de Uruguay en el Mercosur.

Lograr que el conflicto por la instalación de las papeleras aparezca instalado dentro del bloque es, por estos momentos, hacia donde se orienta la estrategia del gobierno de Tabaré Vázquez. Tras reiterar su pedido para que el tema sea planteado ante el Consejo Consultivo del Mercosur, la semana pasada su país presentó una demanda por presunta violación del Protocolo de Olivos. La denuncia deberá ser respondida por la Argentina la semana que viene, en caso contrario podría intervenir un tribunal arbitral para dirimir la situación. Adelantándose, Vázquez redobló la ofensiva y criticó al bloque, asegurando que “como está, no sirve”. Mientras que su canciller, Reinaldo Gargano, criticó el sábado la postura argentina, destacando que “lesiona la institucionalidad del Mercosur”. En este sentido, las expectativas ahora estarán centradas en el encuentro que mañana mantendrá Kirchner con Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez (ver nota aparte). Aunque la cumbre no tiene como título el conflicto de las papeleras, la cuestión y el debate que exige sobre la situación actual del bloque indudablemente se colarán en la agenda de los presidentes.