El ministro de Planificación, Julio De Vido, rechazó ayer la posibilidad de que el precio de la nafta se incremente como consecuencia de la suba del petróleo en el mercado internacional, a pesar de que los empresarios de las estaciones de servicio amenazan con medidas de fuerza si no se aprueba un ajuste. “El precio internacional del barril a la Argentina no la conmueve porque el país no solamente se autoabastece sino que es excedentario y exportador. En la Argentina trabajamos con costos argentinos y no se va a dejar de tenerlos mientras siga nuestra gestión”, aseguró el ministro.

El precio internacional del crudo se ubica por arriba de los 70 dólares el barril y los especialistas aseguran que podría seguir subiendo. A raíz de ello la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra) anunció el “estado de alerta” debido a la situación del sector de las estaciones de servicio, al advertir que “están trabajando a pérdida”. Los empresarios solicitaron si se podía rever el precio de la nafta o, en su defecto, que les otorguen más subsidios.

Sin embargo, el ministro aseguró que “el costo de producción del petróleo en el país en raros yacimientos supera los 12 o 13 dólares por barril, las petroleras están vendiendo a las destilerías a 32 dólares el barril y los expendedores son la terminal del proceso de venta. El precio del surtidor es consecuencia de esa estructura de costos. No entendemos, entonces, por qué este estado de alerta”, aseguró en referencia a la declaración de Fecra.

Al mismo tiempo, el ministro adelantó que “seguramente la secretaría de coordinación de mi área, que es la que mantiene el contacto con los estacioneros, dialogará con ellos y verá cuál es la inquietud”. “Para la filosofía de este gobierno, los costos que reflejen los surtidores son costos del producto en la Argentina y de ninguna manera el costo del surtidor margina el ‘export parity’, como se denomina habitualmente”, explicó el ministro, aludiendo al precio neto (deducidas las retenciones) que recibe el exportador.