EL PAíS
Después de 44 años, se reunifica el socialismo
Dividida en democráticos y populares allá por 1958, la corriente hará su ceremonia de reunificación en Rosario, la ciudad que vio su ruptura. Luego habrá un congreso fundacional partidario.
› Por Santiago Rodríguez
Después de 44 años de división y de muchos acercamientos que nunca llegaron a concretarse en las últimas dos décadas, los socialistas democráticos y los socialistas populares empezarán a transitar el próximo viernes el camino de la reunificación en un solo Partido Socialista. Ese día las conducciones de ambas fuerzas y sus principales dirigentes firmarán un acta en Rosario –la misma ciudad en la que se dividieron en 1958– en la que se comprometerán a trabajar de manera conjunta durante un breve período de transición que culminará con la realización de un congreso fundacional del nuevo y único socialismo. La reunificación plantea un nuevo escenario en el centroizquierda y fortalece a los propios socialistas en su relación con el ARI y la candidata indiscutida de ese espacio, Elisa Carrió.
Con su reencuentro en Rosario, los socialistas cerrarán un círculo que comenzaron a trazar allí mismo a fines de la década del 50, cuando sumidos en una crisis que muchos atribuyen a la dificultad de sobreponerse a que el peronismo se hubiera apropiado de muchas de sus banderas y como producto también de una lógica de atomización propia de la izquierda, terminaron fracturando el partido. También pondrán punto final a las idas y vueltas en pos de la reunificación que empezaron a tener lugar a partir del retorno a la democracia en 1983 y se pondrán a tono con los socialistas de muchos países europeos y americanos que después de sucesivas divisiones volvieron a juntarse en los últimos años.
El legislador porteño por el socialismo democrático Raúl Puy apuntó a Página/12 que “la reunificación del socialismo además de ser una necesidad de la misma gente, es similar a la que se fue dando en el resto de los países del mundo; en Europa los socialistas se unieron nuevamente en la década del 70 y en América en los ‘80”. “Acá era una asignatura pendiente”, agregó el diputado por ese mismo partido Jorge Rivas.
La creación de la Unidad Socialista a mediados de los ‘80 fue el primer intento serio de los socialistas de volver a transitar el mismo camino. Aquel acercamiento se dio en parte en virtud de la buena relación personal entre los democráticos Norberto La Porta y Francisco Pasini y los populares Guillermo Estévez Boero y Ernesto Jaimovich, pero no pasó de una alianza electoral que de todos modos dio sus buenos frutos: La Porta consiguió entrar al viejo Concejo Deliberante porteño y Alfredo Bravo alcanzó una banca en la Cámara de Diputados. Aun cuando se constituyó una mesa de conducción de la unidad, encabezada por Alicia Moreau de Justo, no llegó a vertebrarse un partido único y el éxito de la experiencia fue dispar según el grado de compromiso de los dirigentes en cada distrito. La Unidad Socialista pasó su mejor momento en 1989, cuando la fórmula presidencial Estévez Boero-Bravo cosechó unos 250 mil votos y el socialismo obtuvo alrededor de medio millón de votos en todo el país a nivel distrital.
Pero como dice más de un socialista, “se iba tan lento que siempre aparecían otras opciones de centroizquierda”. Así apareció el Frente Grande y los socialistas terminaron aportando sus votos y perdiendo su propia identidad dentro de la fuerza que supo construir Carlos “Chacho” Alvarez primero y después en el marco de la Alianza. “Hoy son muchísimas más las coincidencias. La crisis del país nos ha acercado”, señaló el diputado socialista popular Rubén Giustiniani y consideró que “esta unidad es un aporte importante a la reconstrucción del centroizquierda”.
En el mismo sentido, Rivas subrayó que “hemos entendido que no hay motivo ni causa seria para estar en estructuras partidarias distintas” y coincidió que “la reunificación es propicia para la construcción de una fuerza política de izquierda democrática en la Argentina”. Además, destacó que “en cuanto a su desarrollo el socialismo popular y el socialismo democrático son absolutamente complementarios en el 90 por ciento de los casos”. En efecto, el bastión de los primeros es Santa Fe –de hecho Hermes Binner está cumpliendo su segundo mandato consecutivo comointendente de Rosario– y los segundos tienen más fuerza en la provincia de Buenos Aires; en Capital Federal la cosa aparece más equilibrada.
Para el acto de la reunificación en Rosario, los socialistas esperan a más de 5000 personas, muchas de las cuales llegarán a bordo del “Tren Rojo”, tres vagones de ferrocarril que contrataron para la ocasión. Autoridades de los partidos socialistas de Chile, Paraguay y Uruguay, así como del Partido de los Trabajadores brasileño, han sido especialmente invitados y saldrán como “garantes” del acta que se firmará para sellar la nueva convivencia. En ese documento se establecerá la fusión de las mesas de conducción de los dos partidos socialistas. La idea es armar después una comisión de enlace con dirigentes de ambas fuerzas para que se encargue de la organización del congreso en que quedará finalmente constituido el Partido Socialista. En principio, ese congreso tendría lugar en noviembre próximo, aunque hay quienes sostienen que no es cuestión de apresurar los pasos y que si finalmente las elecciones presidenciales no se adelantan, podría postergarse.
Los socialistas democráticos vienen apoyando a Carrió desde un principio y de hecho se cuentan entre los fundadores del ARI. Los populares, en cambio, demoraron su salida de la Alianza, pero ya fuera de la coalición fijaron posición y dijeron que la chaqueña es la “candidata natural” del espacio de centroizquierda. Unos y otros dicen que la reunificación fortalece al centroizquierda y, por ende, a Carrió. Pero tampoco ocultan el beneficio que implica para el propio socialismo, que no guarda el mejor de los recuerdos de sus días junto a Chacho Alvarez.
“Es absolutamente imperioso que no reiteremos el fracaso del Frepaso de una construcción ingenua alrededor de una personalidad mediática, y sí reconstruir el espacio del centroizquierda en una forma más orgánica. Es ahí donde la unión de los socialistas cobra un papel fundamental”, opinó el socialista popular y legislador porteño Roy Cortina y dejó en claro que llegado el momento se evaluará según cada lugar el mejor modo de apoyar a la chaqueña. Puy enfatizó que “unos y otros apoyamos a Carrió”, pero también aclaró que “después se verá si armamos listas propias o intercalamos candidatos con el ARI”.