Comisiones abiertas funcionando en los bares, y al final de la tarde plenarios en tres carpas gigantes ubicadas en tres plazas de la ciudad, interconectadas a través de un sistema de videoconferencia, para que los vecinos de cada barrio escuchen a los del otro. “La idea es hacer un encuentro bien abierto, apropiarse del espacio público y no bajar propuestas cocinadas a la sociedad”, explicó a Página/12 la nueva estrella de la izquierda, Luis Zamora, quien convoca al primer gran encuentro de su partido, Autodeterminación y Libertad, que se realizará a mediados de julio.
En octubre del 2001, Zamora se presentó solo, sin estructura y casi sin publicidad, y obtuvo el diez por ciento de los votos en la Capital Federal. A partir de esa elección, su imagen fue ascendiendo en simultáneo con un protagonismo mediático sólo comparable al de Elisa Carrió.
Consolidado como el líder de un sector cada vez más amplio, el objetivo de Zamora es fortalecer su agrupación. Autodeterminación y Libertad se armó de apuro para los comicios de octubre. Era poco más que un grupo de simpatizantes reunido en torno de su figura y una difusa idea de construcción horizontal. Hoy, los pocos militantes que lo acompañaron en la aventura están desbordados.
Con el objetivo de ir ampliando de a poco su base de sustento, Zamora había anticipado tres semanas atrás la convocatoria a un encuentro de su “movimiento” al que, según sus cálculos, asistirían unas dos mil personas. La idea original era hacerlo en diferentes ámbitos que confluirían, al final de la jornada, en algún estadio porteño donde se realizaría el plenario de cierre. Sin embargo, las dificultades para encontrar un lugar adecuado y las restricciones económicas lo obligaron a cambiar de estrategia.
“Todavía no sabemos en qué barrios, pero tenemos un grupo de arquitectos que están trabajando en la construcción de las carpas que vamos a instalar en las plazas. Como queremos darle la posibilidad de participación a la mayor cantidad de gente posible, vamos a dividir la convocatoria en tres lugares diferentes. Estamos hablando con los bares que hay alrededor para que allí funcionen las comisiones. Y después vamos a hacer tres plenarios conectados, en los que cualquiera va a poder hablar, para sea algo abierto y horizontal y no un acto político tradicional”, comentó el diputado.
Participarán delegaciones del interior y algunos invitados de países latinoamericanos, pero el objetivo central es convocar a la mayor cantidad posible de vecinos para que se vayan integrando a los equipos de trabajo. Hasta ahora, Zamora se ha limitado a difundir un puñado de propuestas, algunas de las cuales parecen difíciles de implementar: reforma constitucional para crear mandatos cortísimos (menos de un año) y rotativos, con prohibición de reelección; nacionalización de los servicios públicos; repudio de la deuda externa por ilegítima; y un planteo de confrontación directa contra el FMI.
Lo hizo casi en soledad, rodeado por el militante sindical José Roselli, que lo secundó en los últimos comicios y que ahora es diputado, un grupito de artistas amigos –entre ellos Norman Briski y Héctor Bidonde–, su mujer, la psicoanalista Noemí Oliveto, y su hijo.
Claudio Katz, que muchos medios presentan como su consejero favorito, es en realidad un economista que asesora a muchos partidos de izquierda, y que no integra orgánicamente Autodeterminación y Libertad. “Yo tengo un equipo de treinta economistas, especializados en diferentes temas, pero de bajo perfil”, explica el diputado.
En cualquier caso, la demanda de la sociedad y de los medios es cada más grande, y Zamora busca especialistas que lo acompañen en la difusión de sus ideas. Por eso, además de exponer sus propuestas, el encuentro de julio apunta a ampliar su equipo con profesionales de diferentes áreas. “Queremos mostrar lo que hicimos, los proyectos que elaboramos en todo este tiempo, y también renovar el llamado, porque nuestro objetivo esconstruir desde abajo, pidiéndole a la sociedad que se acerque a trabajar con nosotros y no bajar un plan preestablecido”, concluye.