EL PAíS › REPORTAJE A JULIO COBOS
El gobernador de Mendoza habla de su posible rol como candidato a vicepresidente de Néstor Kirchner. Dice que hay que construir alianzas y que su partido, el radical, antes de buscar candidatos tiene que definir “la ideología”. La cumbre de Viena y las papeleras.
› Por F. C.
Desde Viena
“Corre en serio, ¿eh? Me sorprendió. A mí, que estoy entrenado y corrí maratones, me costó seguirle el ritmo”, el gobernador de Mendoza, Julio Cobos, habla del presidente Néstor Kirchner. El radical no sólo compartió la tribuna del acto en Gualeguaychú y el viaje a Viena con el Presidente, sino también una de sus famosas sesiones aeróbicas en cinta. Según contó, fueron unos 40 minutos de trote y otros 25 de caminata rápida. A veces, el Presidente hace esas sesiones antes de dormir una siesta, como para acostarse más relajado. Lo que no es muy común es que invite a alguien a compartir sus ejercicios, y ni hablar si esa persona es un importante dirigente de la oposición. Estos atípicos movimientos no hacen más que darles aire a las versiones que ubican a Cobos como precandidato a la vicepresidencia para una hipotética reelección. El gobernador, por ahora, prefiere hablar sólo de una Concertación a la chilena para el 2007, donde un sector del radicalismo se sume al kirchnerismo.
–¿No es demasiado casual que se haya sumado al viaje justo cuando se lo menciona como posible compañero de fórmula del Presidente?
–Este viaje estaba previsto incluso antes que Gualeguaychú. Me invitaron tal vez porque yo participé de la anterior cumbre Unión Europea y América latina. Después surgió lo del acto. Yo venía hablando con Julio De Vido y con Alberto Fernández cuando veía que el conflicto por las papeleras se complicaba, con la idea de aportar.
–¿Hablaba por cuestiones de medio ambiente?
–Sí, algo uno conoce del tema. Soy ingeniero civil y profesor titular de Hidráulica en las dos universidades de mi provincia. Sé de montaje industrial y de saneamiento e industria. Pero no sabía cuál era el fondo de la cuestión, no podía imaginar que para la instalación de una industria de estas características no se hubiera hecho un estudio de impacto. Pero era así. Entonces yo les preguntaba si habían hecho tal cosa o que intentaran por este lado. Así que por ahí surgió la idea de que hablara yo en el acto. Me llamó el Presidente, me contó cómo sería el acto y me dijo que le gustaría que hablara. Yo le respondí que no tenía problemas, siempre que hubiera consenso. Después se dio esto de la vicepresidencia y empezó a sonar Cobos por todos lados.
–¿Con quién consultó la posibilidad de hablar en el acto de Gualeguaychú?
–Los llamé a otros gobernadores radicales, para ver qué les parecía. También se comunicó el jefe del bloque de senadores nuestros, diciéndome que se había enterado, me dijo que lo veía bien. Igual muchas consultas no hice porque me parecía que era un tema institucional y que había que apoyar a Gualeguaychú. Realmente me sorprendió el acto. Fue de mucha civilidad. Decían que iba a ser un acto político, obviamente yo también lo dije, porque estaban todas las fuerzas políticas, pero no había movilización, no había nada. Salvo algunos intendentes que se habrán movido, el resto era ciudadanos comunes.
–Se comentó que su discurso cayó muy bien en el Gobierno, ¿qué le dijeron?
–Cayó bien en el Gobierno y también en la gente. Incluso yo después pasé a saludar al comité radical y la gente pasaba y tocaba bocina, como si estuviera contenta. Un poco le hablé de lo necesaria que es la industrialización y que los cortes no debían afectarla. Pero el objetivo de ellos era llamar la atención. Y lo que pasó acá con esta chica (la reina del Carnaval, Evangelina Carrozo) superó todas las expectativas. Pensábamos que la cumbre iba a ser aburrida y al final creo que se la va a recordar por este tema.
–En el radicalismo no está definido qué posición tomar frente al Gobierno. ¿Sus correligionarios qué opinan de usted?
–Está el radicalismo que está en el Comité Nacional que prefiere resaltar el rol opositor, mientras que hay otra gente que pensamos que cuando hay cosas que están bien hay que apoyar y cuando no haya que apoyarlas, las diremos. El radicalismo debe encontrar su rumbo, primero ideológico. Hoy es muy difícil que el radicalismo aparezca como opositor porque no tiene un candidato y las demás candidatos que hay –Elisa Carrió, López Murphy o Sobisch– no tienen estructura. Este es un país muy personalista, así que por ahí la gente ve oposición, ve un partido, pero no ve un candidato, no lo identifica. Ahora se empieza a buscar un candidato, y veo que hablan de Lavagna, de Lilita, de López Murphy, me parece que estamos poniendo el caballo adelante. Primero definámonos ideológicamente. El radicalismo fue siempre un partido popular, corrido un poquito a la izquierda, dentro de lo que es la Internacional Socialdemócrata, por lo menos es con lo que yo me siento identificado. El radicalismo está en una nebulosa por ahora. Por ahí en este año se entran a acomodar las ideas y después se verá si hacemos alianzas o se mantiene el partido.
–Dice que hay que apoyar lo bueno y no apoyar lo que no esté tan bien. ¿Qué apoya y qué le critica al Gobierno?
–A ver, en qué cosas estoy a favor. La negociación de la deuda ha sido impecable para mí. Con el pago al Fondo estuve personalmente de acuerdo, porque era un condicionamiento innecesario que se podía superar. La prueba es que las reservas ya están casi en el mismo nivel que antes. Hay un fuerte plan de infraestructura. Se ha trabajado mucho por los derechos humanos. En cuanto a las críticas, diría que hay que acelerar la política carcelaria, que se empezó y se frenó. En Mendoza estamos trabajando solos, ahora inauguraremos un centro penitenciario nuevo. Yo también les reclamaba una mayor inserción de Argentina en el mundo, que creo que ahora se está logrando. Que las provincias tengan un paraguas nacional para que se pueda competir. Uno de los temas que me preocupa también es el de las jubilaciones. También nos está faltando una ley de hidrocarburos. También faltan políticas sectoriales, de planificación. Esto que ha pasado con el sector ganadero, por más que era cierto que había que tomar una medida para frenar de cuajo el aumento de precios, también tiene que ver con la falta de inversiones.
–Usted le pide al radicalismo que defina su postura ideológica, pero el 2007 ya está cerca. ¿Qué posición debería tomar: ir sólo, buscar una alianza o acercarse al Gobierno?
–Salimos de una crisis muy grande y hay que consolidar el crecimiento del país y darle institucionalidad. Cada uno desde su pertenencia partidaria, y en la medida que haya afinidad, debe construir alianzas o un modelo parecido al de la Concertación en Chile.
–¿En ese espacio se sumarían al kirchnerismo?
–O parte del kirchnerismo. Es decir, no al justicialismo.
–¿Eso no provocaría la fractura del radicalismo?
–No sé, eso es lo que tenemos que discutir. En todo caso podría haber también una fractura dentro del justicialismo porque en la última elección fueron separados. En un año pueden pasar muchas cosas.
–¿Qué radicales están en su misma postura?
–Hay muchos gobernadores, intendentes y legisladores que están viendo esto. Al radicalismo le ha ido muy mal. Mantiene algunos lugares que, gracias a la gestión, la gente le ratificó la confianza. En Mendoza, por ejemplo, el radicalismo como partido está primero cómodo. Si seguimos así, el próximo gobernador seguramente será radical.
–Pero en Mendoza no hay reelección, ¿dónde se ve en 2007?
–Mi señora quiere que vuelva a ser el ingeniero Cobos. No me desvelan los cargos. Lo que sea mi futuro lo decidiré en marzo del año que viene, me tengo que concentrar en la gestión. Por lo que hemos hablado con el Presidente tiene una visión de un futuro gobierno amplio, pluralista,institucional, para consolidar lo hecho hasta ahora. “Todavía esto falta”, dice. Tenemos la misma visión.
–¿Si falta entonces quiere decir que Kirchner se presenta a otro mandato?
–Eso habrá que preguntárselo a él, yo ganas le veo. Mire, yo creo que si el Presidente va, no necesita de un vicepresidente que lo acompañe para ganar. Si le sigue yendo como hasta ahora, consenso tiene. Eso lo sabemos todos. Ahora si el tiene una visión para consolidar lo hecho, que sirva de complemento, porque él puede pensar que ya está bien con esto pero que tal vez podría sumar a otro sector con una visión compartida, tal vez sea diferente.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux