Pareció un acto reflejo después de la exhortación a “levantar la pluralidad” que Néstor Kirchner hizo en el acto del 25. Ayer, un día después de la movilización con mayoría de sindicatos, gobernadores e intendentes del conurbano, que generó varias interpretaciones sobre un progresivo retorno de Kirchner al peronismo tradicional, trascendió que el Gobierno ofreció al ex diputado socialista Héctor Polino conducir una jerarquizada Secretaría de Medio Ambiente. La oferta la hizo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a principios de esta semana, según confiaron en la Rosada. Polino pidió tiempo. Dijo que quería consultar al Partido Socialista, donde prevalece una posición claramente opositora al kirchnerismo. “Será difícil”, analizaron ayer quienes conocen la actualidad del socialismo.

El ofrecimiento a Polino se produjo justo en la misma semana en que el Gobierno organizó la mayor movilización callejera de sus tres años de gestión. Con un sesgo predominantemente peronista, el acto resultó algo contradictorio con las exhortaciones a “la diversidad”. Pero el Ejecutivo volvió a mostrar sus reflejos. Rápidamente se preocupó por instalar que está interesado en abrir espacios a opositores. El primer ofrecimiento fue para Polino, pero no será el único. Tampoco fue la primera vez que el socialista recibe una propuesta del kirchnerismo. En agosto de 2004, el mismo interlocutor –otra vez el jefe de Gabinete– le ofreció presidir el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes).

Aquella vez Polino se negó y lo hizo en una reunión delante del propio Kirchner. Su nombre había sido propuesto por sugerencia del ex intendente de Rosario Hermes Binner. La oferta fue rechazada porque el entonces diputado temía “defraudar a sus votantes”. Polino ya había ocupado la presidencia del Inaes durante la gestión del ex presidente Raúl Alfonsín. Como legislador, el socialista se interesó especialmente –y con una postura muy crítica con Kirchner y sus ministros– por las renegociaciones de los contratos de servicios públicos privatizados. También se vinculó con la problemática ambiental, y en su momento fue uno de los principales impulsores de la interpelación a María Julia Alsogaray por el uso de gastos protocolares en la secretaría de Medio Ambiente.

Tras el vencimiento de su mandato como diputado (había sido electo en 2001 como socialista pero dentro de la lista del ARI), Polino se refugió en la ONG Consumidores Libres. Gracias a esa entidad, se mantiene vinculado con la discusión sobre los aumentos de las tarifas públicas. Hace tres meses, por ejemplo, Polino reclamó al Gobierno que “rechace toda pretensión de aumento en las tarifas” de las empresas españolas que explotan servicios públicos en la Argentina. Sus declaraciones coincidieron con la llegada a Buenos Aires del canciller de España, Miguel Angel Moratinos. En esa oportunidad, el diplomático visitó el país para tratar de destrabar las negociaciones por los incrementos tarifarios. Como se ve, sus antecedentes no lo muestran como un dirigente cercano al Gobierno.

La oferta a Polino no fue la primera que pensó la Rosada para la Secretaría de Medio Ambiente. Hace unas semanas circuló la versión de que le habían ofrecido el cargo al constitucionalista Daniel Sabsay, titular de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales. En declaraciones públicas, Sabsay dijo que no tenía demasiado interés por asumir en el Ejecutivo. Actualmente, el organismo público que se encarga de esa función tiene rango de dirección y depende del Ministerio de Salud.