EL PAíS
› MENEM, TRAS LA CUMBRE, SE COMPARO CON JESUCRISTO
El Evangelio según Carlos Saúl
Cunde la euforia entre el ex presidente y sus allegados.
Piensan que el encuentro con Duhalde los beneficia. Y que Menem crece en las encuestas.
En ese marco, el riojano no escatimó autoelogios.
› Por Diego Schurman
El que se animó una vez fue John Lennon. Y generó un debate que trascendió Gran Bretaña. El músico había dicho que los Beatles eran más famosos que Jesús. Carlos Menem evitó hablar ayer de la popularidad de Cristo. Pero, haciendo un parangón con su figura, se refirió a los sentimientos encontrados que generaba. Buscó justificar así los escraches que lo tuvieron de blanco en los últimos días. Y de paso polarizar la pelea entre dos “creyentes”: él mismo en nombre del centroderecha y Elisa Carrió en representación del centroizquierda.
Menem suele hacer menciones bíblicas o apelar a sentimientos religiosos. Hace años que cierra sus discursos con un “que Dios los bendiga”. Ayer, presentándose como Jesús, el ex mandatario buscó ensalzar su figura y minimizar las protestas que lo acompañaron desde el mismo momento que abandonó La Rioja para viajar a Buenos Aires, Nueva York y a la localidad riojana de Aimogasta, donde se encontró con Eduardo Duhalde.
“Esto ocurrió con nuestro señor Jesucristo que fue crucificado por los odios que despertó. Ningún gobernante en la tierra, por más excelente que sea, va a conformar a todo el mundo. Los hombres que actuamos en política, o en otros ámbitos del quehacer de la comunidad, despertamos grandes amores, pero también hay sectores que nos odian”, dijo lo más orondo.El hombre que actúa en política ayer jugó al golf en La Rioja. Y pasará la semana en su natal Anillaco, probablemente en la casa de su amigo Carlos Spadone. El encuentro con Duhalde lo dejó exultante. No por el hecho en sí, frío ,sino por lo que hubo detrás: la negociacion para el cronograma electoral.
Eduardo Bauzá y Alberto Kohan, por el menemismo, y Jorge Matzkin y José Pampuro, por el Gobierno, están avanzando en la conformación de una “comisión de notables” para establecer las normas de juego en la interna del PJ. Menem, al principio, se resistía, ya que lo entendía como una manera de licuarle poder al Consejo partidario que lidera. Pero tras la promesa de sumar a hombres de su tropa en esa comisión, habría cambiado de opinión, según dijeron a Página/12 voceros del Gobierno.
“Después de la foto con Duhalde hay un ánimo más distendido. Y eso nos permite acelerar en nuestra campaña”, señaló un vocero del ex presidente. Como parte del “operativo retorno” esgrimían el crecimiento de Menem en las encuestas, un fenómeno que la propia Carrió anticipó hace unos días que iba a ocurrir.
En el entorno del ex presidente no solo se regodearon con una encuesta de Ipsos-Mora y Araujo, que reprodujo ayer La Nación, y que lo mostraba ganador en una interna justicialista. También susurraron otras encuestas, que tanto Clarín como Infobae vienen realizando on-line y en la que se encuentra bien posicionado, pese a que en estos casos los votos no son tan representativos, ya que no respetan proporcionalidad territorial.
Claro que hay otras razones para entender el crecimiento de Menem en la interna del PJ: Carlos Reutemann –quien tiene el respaldo del duhaldismo- aún no se lanzó oficialmente a la pelea. Y Adolfo Rodríguez Saá tuvo una breve impasse en los medios, a los que utilizó de plataforma para despegar de los últimos lugares y pasar a los primeros.
Menem no descuida tampoco su campaña mediática. Cenó con Mariano Grondona el día anterior a salir en vivo en “Hora Clave”, el domingo pasado. Anoche estuvo en el canal de cable Crónica TV y tiene agendado un raid por diversos programas políticos. El viernes, por ejemplo, saldrá en “La Cornisa” de Luis Majul, por América.
El ex presidente ya comenzó a mirar con agrado la idea de salir a batallar con Carrió. A pesar de la sobreoferta de candidatos, en el menemismo imaginan que todo quedará reducido a una pelea entre el principal referente de centroizquierda, lugar que la asignan a la titular del ARI, y el de centroderecha, donde ubican a Menem pese a las aspiraciones de Ricardo López Murphy, Patricia Bullrich y Mauricio Macri.
Curiosamente, en ningún lugar aparece Reutemann. En el imaginario menemista está la ilusión de que el Lole desista de competir en la interna justicialista y termine volcando sus votos a Menem por haber sido su padrino político. En la Casa Rosada aseguran que eso no ocurrirá.
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