La presentación del informe uruguayo sobre las pasteras consistió en “un show mediático” sin “nada de novedoso”. Este fue el balance en el que coincidieron ayer los vecinos de Gualeguaychú y la gobernación de Entre Ríos. “Uruguay repitió su argumento de siempre, insiste en la famosa autorización argentina (a la instalación de las plantas) que no ha mostrado nunca. Si la autorización existiera, ya nos hubieran empapelado”, opinó el asambleísta Gustavo Ribollier. Su par Alejandro Gahan condimentó la idea con un plus de dureza: “fue un escenario montado detrás de una gran mentira”, dijo. Desde Paraná, el gobernador Jorge Busti cuestionó el giro político en la historia de Tabaré Vázquez. “Las expectativas de cambio que había generado el Frente Amplio al asumir la conducción se desdibujaron totalmente y hoy está avalando el proyecto de la derecha”, sostuvo.

El mandatario provincial consideró, por otra parte, que “utilizar la cadena nacional a pocos días de la audiencia en el Tribunal Internacional de La Haya no tiene nada que ver con lo que se está tramitando ante este organismo de Justicia”.

Las repercusiones que el acto generó en el lado argentino tuvieron todas ese mismo tono crítico. Anoche, en la Casa de la Cultura de Gualeguaychú, los ambientalistas hacían una asamblea para analizar el rumbo del conflicto, en el que no esperan ver (ni producir) nuevos acontecimientos hasta las audiencias públicas. Lo previsible es que de acá al 8 y 9 de junio, días de las exposiciones ante la Corte, Uruguay y Argentina ratifiquen sus posturas con énfasis creciente.

En cambio, un hecho novedoso es que en el clima caldeado de estos días las organizaciones sociales y ambientalistas uruguayas que rechazan la instalación de Botnia y Ence empiezan a conseguir mayores espacios para hacerse escuchar. “No me gusta ver al gobierno defendiendo a estas empresas privadas. Estas empresas superpoderosas pusieron a su servicio a la política y el acto fue para ellos”, declaró ayer en Montevideo Teresa Pérez, de Guayubirá, una de las asociaciones ambientalistas que el lunes manifestaron frente a la Casa de Gobierno, mientras el oficialismo y la oposición presentaban juntos el informe.

Los otros grupos que movilizaron en contra de las pasteras fueron Amigos de la Tierra, la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda de Ayuda Mutua (Fucvam), la organización social de mayor peso del país, integrada por 360 cooperativas.

El presidente de la Fucvam, Mario Fígoli, expresó su frustración por el contenido del mensaje que el gobierno uruguayo dio a la población. “Se informó sobre las cosas que se hicieron, pero al contrario de lo que esperábamos, no hubo una intervención con carácter más de análisis político de la problemática”, sostuvo. Fígori consideró “necesario” abrir “un debate más profundo” sobre el medio ambiente, no sólo en Uruguay sino “en todo el Cono Sur”, porque “sería lamentable creer que el tema termina en las dos pasteras de Fray Bentos”.