Los dos policías que declararon ayer en el juicio oral al dirigente piquetero Raúl Castells por la presunta extorsión a un local de McDonald’s terminaron favoreciéndolo, al igual que los empleados de la cadena de comida rápida que testificaron un día antes y aseguraron que no fueron intimidados por el líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD). En la segunda y última jornada del juicio –el lunes serán los alegatos de la fiscalía y la defensa–, el comisario Juan José Costa describió la participación de Castells en la protesta del 9 de diciembre de 2004, en la que pidió 50 mil “cajitas felices” a la empresa. “Tuvo una actitud totalmente pacífica”, destacó el oficial, quien sostuvo que no escuchó ninguna amenaza por parte del piquetero y que los militantes del MIJD no llevaban ni capuchas ni palos. Costa también aseguró que a pesar de la protesta “las personas que querían ingresar lo hacían por el McCafé, en la puerta de la avenida Corrientes”. El subinspector Enrique Costa declaró en el mismo sentido que el comisario.