Los radicales bonaerenses ya se preparan para el debate del Comité Federal del 22 de junio que comenzará a definir el futuro de la UCR con vistas a las presidenciales de 2007 y en el que habrá tres posturas enfrentadas: los que quieren sellar la coalición que lleve a Roberto Lavagna como candidato; quienes propician, como la mayoría de sus gobernadores, una concertación con el gobierno nacional, y quienes prefieren pensar en una coalición con otras fuerzas como el ARI. El jueves por la tarde, en un campo de Brandsen, todas las autoridades partidarias y territoriales, los legisladores nacionales y provinciales, y la mayoría de los 43 intendentes radicales, tratarán de arribar a una propuesta unificada para exponer ante la reunión federal. Los que empujan el acuerdo con el ex ministro de Economía consideran que encolumnarán a una “muy clara mayoría” del radicalismo provincial y de otros distritos que “puede quebrar el frente” de los gobernadores de Mendoza, Santiago del Estero, Corrientes, Catamarca y Río Negro a favor de un acuerdo con Kirchner.

La decisión la tomaron el jueves pasado, después de una reunión del comité ampliado de la UCR provincial. Allí coincidieron en llevar una postura unificada de los bonaerenses –“que también reflejará los matices”– a la reunión del Comité Federal. Los más entusiastas son los alineados con Raúl Alfonsín y Federico Storani, que incluso dejaron de lado la disputa por la propiedad intelectual sobre la candidatura de Lavagna, convencidos que podrán arrastrar a una “muy clara mayoría” del radicalismo tras una coalición que encabece el ex ministro de Economía.

A la reunión que se hará el jueves por la tarde en un bucólico campo de la localidad de Brandsen están invitados todos los legisladores, todas las autoridades partidarias (incluidas las de los 133 municipios) y los 41 jefes comunales, de los que sólo están excluidos Gustavo Posse (San Isidro) y Helios Eseverry (Olavarría), a los que ya no consideran propios “ni radicales”. Sin embargo, la tarjeta también le llagará al marplatense Daniel Katz, alineado con los gobernadores.

La idea de los pro lavagnistas es que una “abrumadora mayoría” a favor de una “coalición opositora” del otrora poderoso distrito bonaerense ayudaría a “quebrar el bloque los gobernadores” en el Comité Federal, como lo definió un dirigente storanista a Página/12. Una conclusión que basan en las necesidades electorales de los propios gobernadores. Para ellos el mendocino Julio Cobos “no puede ser reelecto y está jugado en una alianza con Kirchner”; el santiagueño Gerrado Zamora y el correntino Arturo Colombi “no tienen que poner en juego sus gobernaciones en el 2007”; mientras que el catamarqueño Eduardo Brizuela de Moral y el rionegrino Miguel Saiz “ya tienen adversarios kirchneristas en sus provincias”.

El punteo previo que realizaron alfonsinistas y storanistas también les daría saldo favorable entre los bonaerenses. Aseguran que su postura “les abre una alternativa a muchos intendentes radicales, que apremiados por las necesidades de la gestión habían empezado a dudar de su alineamiento partidario”. Un realineamiento que –insisten– pondrá a la mayoría del radicalismo tras “el primer adversario político que Kirchner no eligió: Lavagna”. Pero, aunque argumentan que “no habrá fractura” porque “los gobernadores fueron quienes pidieron abrir el debate interno”, tampoco se animan a pronosticar que la UCR saldrá indemne de esta discusión.