EL PAíS
› LA UCR SUSPENDERA EL MEGAENCUENTRO DE MAÑANA
Radicales, con perfil bajo
Los dos muertos que dejó la represión policial en Avellaneda fueron el argumento que eligieron los radicales para justificar la decisión de bajarle el perfil, o incluso suspender, el megaencuentro de mañana, donde se debatiría la situación del partido. En realidad, la idea comenzó a analizarse apenas se conoció la renuncia de Raúl Alfonsín a su banca de senador, que tomó por sorpresa a los radicales y desnudó la calamitosa situación que atraviesa el partido.
El encuentro, convocado por el Comité Nacional, iba a contar con la presencia de unas 250 personas, entre legisladores, autoridades, gobernadores e intendentes. Sin embargo, al cierre de esta edición la conducción de la UCR analizaba la posibilidad de convertirlo en una simple reunión de autoridades o de posponerlo para otro momento.
“Es ridículo enfrascarnos en una discusión interna en este momento. Vamos a tener que encontrar definiciones, pero no podemos aparecer discutiendo nuestros problemas partidarios mientras el país se incendia”, argumentaba anoche una autoridad del radicalismo.
La idea, entonces, es cambiar el tono del encuentro y emitir un comunicado repudiando la violencia policial de ayer. La línea más crítica, encabezada por Federico Storani y Jesús Rodríguez, propone aprovechar los sucesos para ratificar la “independencia política” de la UCR respecto del Gobierno. El senador Rodolfo Terragno, por su parte, prometió dar una “discusión dura” para defender su posición si el encuentro finalmente se realiza.
Aunque los trágicos incidentes de ayer terminaron de decidir a los radicales, la idea de suspender la reunión comenzó a circular un par de días antes, cuando Alfonsín anticipó que abandonaría su banca de senador.
Una decisión que pocos veían venir y que se explica básicamente por la reducción, cada vez más notable, de su predicamento dentro del radicalismo: el último episodio fue el lanzamiento de Terragno –al que Alfonsín critica por su separación del bloque de senadores– como precandidato a Presidente.
Ayer por la mañana, un grupo de senadores encabezados por el titular de la bancada, Carlos Maestro, visitó a Alfonsín en su departamento para expresarle su solidaridad. Cuando le preguntaron los motivos de su decisión, el ex presidente dijo que quiere contar con más libertad para poder recorrer el país y contactarse con la gente. “Quiero dar la pelea desde el llano”, aseguró. Y, aunque no lo dijo, todos interpretaron la frase como un adelanto de sus intenciones de retomar el liderazgo partidario. En el mismo encuentro, Alfonsín anticipó que no participará de la reunión del viernes.
La decisión del ex presidente conmocionó a los dirigentes radicales, que ayer intentaban demostrar que nada ha cambiado. El vice del radicalismo, Juan Manuel Casella, ratificó que la UCR quiere “sostener” al Gobierno, pero sin “convertirse en un apéndice del partido de gobierno”.
Algo similar ocurría en el Gobierno, que reconoce en Alfonsín a uno de los líderes de la alianza parlamentaria que le permite a Duhalde mantenerse en el poder. El ministro del Interior, Jorge Matzkin, descartó que la salida del ex presidente perjudique a la Rosada. “No observo mayores dificultades en ese sentido. Nosotros vamos a continuar manteniendo las relaciones de tipo institucional con el radicalismo”, aseguró Matzkin.