Los miembros de la policía bonaerense llegaron al local del Partido Comunista (PC) de la calle Brandsen al 1200 –cerca del hospital Fiorito– sin orden judicial. Patearon la puerta de entrada, abrieron el picaporte de un tiro, arrojaron gases lacrimógenos y comenzaron a perseguir a los piqueteros y militantes que intentaron escapar por los techos y buscar refugio en las casas vecinas. Pero eso no detuvo a los uniformados, que ingresaron en las viviendas particulares. Se calcula que arrestaron cerca de quince personas. Tres hombres sufrieron heridas graves.
Un grupo de piqueteros del Movimiento Territorial de Liberación (MTL) llegó al local del PC después de escapar de la represión del puente Pueyrredón. Pablo Piovano, un fotógrafo de Página/12 que recorría los alrededores del hospital hablaba con ellos en la vereda cuando llegó la policía de la provincia de Buenos Aires.
“Estábamos en la puerta del local, esperando a ver qué pasaba cuando nos rodearon cinco patrulleros por un lado y un carro de asalto por otro. Nos metimos adentro y tapamos la puerta con una mesa. La policía empezó a tirar balas de plomo y le pegaron a un compañero en la ingle”, narró a este diario una persona identificada como Juan, del MTL.
A fuerza de tiros, patadas y gases, la puerta y la reja de entrada cedieron. “Ojo que están las cámaras”, le advirtió un miembro de la bonaerense a otro. No tuvieron mucho cuidado.
Los uniformados no escatimaron balas. “Había un hombre tirado contra el piso, un policía lo estaba pisoteando y le tiró un balazo de goma a la cabeza”, relató el fotógrafo. Otra persona se escondió en un placard y varios se escaparon por el fondo. Juan relató: “Cuando rompen la puerta y empiezan a meter gases sacamos a las mujeres y los chicos a un patio trasero. Seríamos unas 80 personas. A un compañero que se quiere subir a una pared le disparan en la cabeza. Muchos nos fuimos por los techos. Algunos vecinos nos cubrían y otros no. Pero la policía se metió en las casas. Y estuvo por los techos reprimiendo”.
Los dirigentes de Izquierda Unida (IU) estiman que en el local fueron detenidas quince personas. Los heridos fueron sacados de allí cargados por la diputada Vilma Ripoll (IU), militantes del partido y gente que se acercó para ayudar.
Ripoll y Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, llegaron a la calle Brandsen después de escuchar los tiros desde el hospital. “Fuimos corriendo con los medios. La policía se metió en la casa de al lado y secuestró a un grupo que se llevó preso. Agarré a un policía del pulóver pero otros me empujaron, nos pasaron el camión policial por encima”, contó Ripoll. Zamora intentó sacar de un empujón a un uniformado: “Se va de acá, esto es un partido político, qué tiene que hacer la policía acá”.
“Estaba llegando cuando vi a los policías. Se bajaron de los patrulleros a los tiros”, dijo Alfredo Stobaber, del Partido Comunista (PC) de Avellaneda. Stobaber, contó que el local de Brandsen acoge dos veces por semana a unos veinticinco delegados del Movimiento Territorial de Liberación que se reúnen para discutir sus problemas y proyectos. “Ya en otra oportunidad fuimos asaltados por muchachitos de pelo corto. Hace un año revolvieron los papeles, golpearon a cinco compañeros y cuando fuimos a hacer la denuncia, en la comisaría ya estaban enterados de todo”, expresó el dirigente. Ayer por la noche Stobaber había recibido la solidaridad de los vecinos de la zona y de todos los partidos políticos, menos del justicialismo.
Jorge Kreyness, del secretariado nacional del PC, informó que “el local quedó destrozado y hay balas incrustadas en la pared. Tienen que ser de plomo porque las de goma rebotarían”. Representantes del PC e Izquierda Unida fueron ayer al ministerio de Interior para denunciar el hecho. Los atendieron el subsecretario Cristian Ritondo y el secretario de Coordinación Legal, Técnico y Administrativo, Néstor Perl.