El termómetro ya marcaba casi 30 grados a las 9 cuando el presidente Néstor Kirchner ingresó al Palacio de Diputados para cumplir con la primera cita de la agenda que se cerró en La Moncloa con otra cena compartida con el jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. En la sala Sert la delegación argentina fue recibida por el Presidente de la Cámara, Manuel Marín Gómez, y los líderes parlamentarios Eduardo Zaptana –ex vocero de José María Aznar–, del Partido Popular; Iñaki Anasagasti, del Partido Nacionalista Vasco, y el portavoz del PSOE, Diego López Garrido, entre otros. Allí, el Presidente habló en torno de la “previsibilidad y confiabilidad” de la Argentina. Durante veinte minutos, Kirchner hizo una recorrida por la historia reciente del país, aportó cifras que marcan la recuperación de la economía y avanzó en el análisis geopolítico de la región, destacando la “necesidad de entender e integrar a Bolivia” y el “valor estratégico de Venezuela. Estados Unidos quiere crear un monstruito de Chávez y le compra 25 mil millones de dólares de petróleo”.

“Parece que fuera hace un siglo, pero ocurrió hace apenas 5 años”, dijo Kirchner en relación con la “gravísima crisis institucional que atravesó nuestro país”. Inmediatamente destacó “el esfuerzo del pueblo y la ayuda de pocos, entre ellos España, para la recuperación de la economía”.

“Estamos subiendo pasito tras pasito las escaleras del infierno, tal vez el 10 de diciembre de 2007, cuando termine mi mandato les pueda decir que estamos en las puertas del purgatorio”, dijo Kirchner en un clima distendido, con ambas delegaciones sentadas frente a frente a una larga mesa.

“Crecemos hace 44 meses consecutivamente, a un ritmo del 8% anual, el desempleo cayó al 10,8% y esperamos llegar a un dígito a fin de año, la pobreza descendió del 62% al 33,8%”, enumeró el Presidente, para lanzar luego una primera estocada: “Antes los créditos del Banco Mundial eran para pagar deuda, ahora son para hacer obras, hemos pagado la deuda al FMI y, la verdad, tenemos un mal recuerdo del Fondo, allí había un connacional de ustedes, dicho con respeto tenemos el peor recuerdo del trato de esos tiempo del señor Rato, porque hubo responsabilidades compartidas”.

Subiendo el tono, habló directamente de Aguas de Barcelona, “que sacaba la renta en dólares del país, sin cumplir con el plan de obras, como que en algún municipio de Buenos Aires sólo el 8% de los habitantes tienen cloacas”. Para terminar con las referencias a la economía, Kirchner afirmó que “queremos pagar la deuda con España que está en el Club de París, eso se lo dije al rey y al primer ministro, queremos hacerlo no sólo por el compromiso económico, sino también porque es una obligación moral, España fue solidaria con la Argentina”.

Pasando revista a otros temas, Kirchner sostuvo que “no hay nacionalismos xenofóbicos, sino un problema de medio ambiente” en relación con el diferendo con el Uruguay por las papeleras y ratificó que “queremos que no contaminen, que se instale la tecnología que se usa en Europa y no que vengan a nuestros países a aplicar tecnología de segundo orden. No somos de segundo orden, y Ence tiene que ayudar a contribuir (ver más información en página 2)”.

“Hay nuevos perfiles en Latinoamérica, algunos hablan del populismo, otros de progresismo, y otros progresistas después se diluyen”, dijo Kirchner para respaldar más adelante a Evo Morales y Hugo Chávez. “Hay que entender a Bolivia, ahora hay un Presidente indigenista que está tratando de recuperar al país del vaciamiento que sufrió, no hay que aislar a Bolivia, hay que entenderla e integrarla, se trata del segundo país más pobre después de Haití”, dijo Kirchner al auditorio. En relación con Chávez, también fue preciso, “Venezuela va a ingresar al Mercosur, es un aporte importante a la región, Estado Unidos quiere crear un monstruito con Chávez pero le compra 25 mil millones de dólares de petróleo”, sentenció. “Somos heterodoxos”, dijo, “la ortodoxia de algunas escuelas económicas son malas”, explicó el Presidente, que sostuvo que es necesario “estrechar vínculos entre el Mercosur y la Unión Europea, para eso la relación de Argentina con España puede ser importante”, remarcando que “Estados Unidos no ha hecho mucho por la integración”.

El párrafo final aludió a la hospitalidad española para los “exiliados políticos durante la dictadura militar” y los “exilados económicos” tras la crisis de 2001.

Cerrando el acto, el Presidente de la Cámara le regaló a Kirchner un facsímil de la Constitución de 1812, “cuando ustedes eran parte del reino de España, si se fija bien están los diputados del Río de la Plata en Cádiz, verá mucho clérigo”, remató Marín Gómez.