La estación Avellaneda podría pasar a llamarse Maxi y Darío si prospera un proyecto de ley para cambiarle el nombre, presentado por los diputados Eduardo Macaluse (ARI) y Claudio Lozano (CTA) a pocos días del cuarto aniversario del asesinato de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en ese lugar. La iniciativa fue presentada en una conferencia de prensa en el Congreso de la que participó el padre de Darío, Alberto Santillán, quien reiteró el pedido al gobierno nacional para que durante el acto previsto para el 26 no haya policía ni Gendarmería y que los dejen hacerlo en el Puente Pueyrredón.

“(El presidente Néstor) Kirchner hizo su acto el 25 (de mayo) con orden, seguridad y movilización de micros, nosotros queremos que nos deje hacer el nuestro”, expresó Santillán.

Hace un par de semanas, el Frente Popular Darío Santillán envió una carta al secretario general de la Presidencia, Carlos Parrilli, para solicitar que durante la jornada del 26 no se desplieguen fuerzas policiales o de seguridad que les impidan subir al puente. Ayer, uno de los referentes de esa agrupación, Orlando Agüero, reiteró el pedido porque, según afirmó, aún no tuvieron respuesta. El domingo 25, un día antes de que se cumplan cuatro años del asesinato de Kosteki y Santillán, habrá una jornada cultural en la estación Darío y Maxi, como ya la llaman los organizadores. Y a la noche quieren hacer una vigilia bajo el Puente Pueyrredón.

“No les rendimos homenaje porque los mataron, sino por aquello que hicieron cuando estaban vivos. En un tiempo en que muchos luchan por los cargos, ellos peleaban por darle al barrio un nuevo horno donde preparar el pan”, explicó Macaluse durante la presentación del proyecto que elaboró con Lozano, y que acompañaron Marta Maffei, Eduardo Di Pollina, Carlos Raimundi, Hermes Binner, Delia Bisutti, Marcela Rodríguez, Francisco Gutiérrez y María América González.

Lozano expresó que “como sucede con otros espacios públicos, la asignación de un determinado nombre tiene por objetivo perpetuar en la memoria de la sociedad un hecho o a determinadas figuras cuyo recuerdo resulta de importancia en tanto expresa valores que siempre debemos tener presentes”. Y agregó que “en el caso de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, asesinados en la estación de trenes de Avellaneda por las fuerzas policiales en la represión del 26 de julio de 2002, sus nombres representan la dignidad y la solidaridad, en contraste con la prepotencia y la crueldad de los poderosos que planificaron y ejecutaron sus crímenes”.