“Por Maxi y Daríoíooo, y el Oso Cisnerooos, vamos a armar el proyecto nacional”, corearon ayer cientos de militantes del Comedor Los Pibes, al ritmo de la percusión del Grupo de Teatro Catalinas Sur, frente a los tribunales de Comodoro Py. Adentro, el fiscal Claudio Di Paola Derqui pidió una condena de 18 años para Juan Carlos Duarte y de 13 años para un menor, ambos acusados de haber asesinado al dirigente social Martín “Oso” Cisneros. La sentencia se conocerá el martes a las 11. “Tiene que ser una condena ejemplificadora, porque se trató de un asesinato por sicarios de un dirigentes social. Esperamos que después de la condena de los autores materiales, se pueda investigar la connivencia que tuvo la policía y a los autores ideológicos”, destacó el dirigente del Comedor, Angel “Lito” Borello, coordinador de Políticas Sociales Urbanas del gobierno porteño.

El fiscal consideró que tanto Duarte como el menor fueron “coautores” del homicidio de Cisneros y destacó que quedaron “probados los hechos y la responsabilidad” tras la declaración de cerca de 30 testigos desde el comienzo del juicio en mayo. Por su parte, la defensa de los acusados pidió la absolución. El 25 de junio de 2004 Cisneros fue asesinado a tiros en su casa en Olavarría al 200. El dirigente de la CTA mantenía desde hace tiempo una rivalidad con Duarte, a quien en el barrio se vinculaba al entonces comisario Cayetano Grecco. “El asesino tenía cuatro causas abiertas –dos en la comisaría– y seguía libre. Está demostrado que le liberaron la zona para que pudiera cometer el homicidio”, dijo Borello.

El homicidio derivó en la toma de una comisaría 24 de La Boca, de la que participaron el subsecretario de Hábitat Social, Luis D’Elía, y Borello. “La policía se hacía la tonta cuando los vecinos preguntaban dónde estaban los asesinos. Cuando fuimos a pedir que los detuvieran, las autoridades tenían la misma actitud y esto terminó en la toma”, relató Borello. El dirigente destacó que el asesinato se produjo a pocas horas de que se cumpliera el segundo aniversario de los asesinatos de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. “Vinieron a matarlo por su nivel de compromiso con el proceso político que se está viviendo”, concluyó Borello. Los militantes se retiraron ayer, pero volverán el martes a esperar justicia para Cisneros.

Informe: W. P.