Aunque los dos hablan del mismo proyecto, no hay un punto de contacto entre el oficialismo y la oposición cuando opinan sobre la iniciativa que el miércoles el Ejecutivo envió al Senado para modificar la Ley de Administración Financiera. Propuesta que le otorga al jefe de Gabinete la facultad de modificar el presupuesto nacional. En diálogo con este diario, el titular de la bancada radical en la Cámara alta, el mendocino Ernesto Sanz, no dudó en sostener que “estamos muy cerca, si es que no hemos llegado, de que el Gobierno tenga la suma del poder público”. Sin ocultar su enojo, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo a Página/12 que “no es verdad que pueda hacer lo que se me de la gana con el Presupuesto. Esto es una ficción de quienes quieren presentar al Presidente como si fuera Juan Manuel de Rosas”.

Para la oposición no hay dudas de que la propuesta del Gobierno es un límite. Más allá de las distintas declaraciones que sus principales referentes fueron enunciando en uno u otro medio de comunicación, varios de ellos no descartaron coordinar alguna acción en común contra la propuesta. Ese fue el punto en el que coincidieron el radical Sanz y el diputado del duhaldismo residual Francisco De Narváez. “No basta con la reacción legislativa. El tema es muy grave desde el punto de vista institucional”, confió Sanz a este diario.

Lejos de esa mirada, al desmenuzar ante Página/12 el contenido de la propuesta remitida por el Ejecutivo, Fernández dijo que “en realidad nada cambia”. El ministro señaló que “administrar es una atribución del Ejecutivo y no del Parlamento, que tendrá que seguir legislando y ejerciendo sus facultades de control”. Uno de los puntos que la oposición criticó de manera reiterada es que la propuesta del Gobierno convierte al Presupuesto anual en algo ficticio.

“El Presupuesto es una previsión de ingresos y egresos de manera discriminada”, explicó a este diario el senador Rodolfo Terragno. El radical independiente afirmó que la discriminación a la que hace mención son las partidas presupuestarias. Sostuvo que “la Argentina es un país sin presupuesto, ya que la administración tendría que sujetarse a ese plan de egresos. Esta propuesta es lo mismo que decirle a Kirchner que haga lo que quiera con el dinero de los argentinos”. Al analizar los dichos de Fernández sobre las necesidades que el Ejecutivo tiene de administrar y de reasignar partidas en los casos en los que no se hubiera hecho uso de algunas de ellas, Terragno subrayó que “el que determina cómo se usan los fondos es el Legislativo. Si el PEN tiene excedentes o faltantes tiene que pedir una ampliación presupuestaria”.

El jefe de Gabinete afirmó que eso podría demorar “entre un mes y un mes y medio, algo incompatible con las urgencias que se presentan en la tarea de Gobierno”. Para demostrarlo, recordó que “entre las pocas ocasiones en las que se reasignaron recursos, una de ellas fue por las inundaciones que sufrió Santa Fe”.

En su diálogo con Página/12, Fernández comentó que “el año pasado cuando se elaboró el Presupuesto, le dije al ministro Roberto Lavagna que más que incluir la delegación de facultades había que modificar la Ley de Administración Financiera”. Cosa que el Gobierno propone realizar en esta ocasión. “No puede haber uso discrecional de esas atribuciones, porque los actos de gobierno están regidos por el criterio de razonabilidad. Además todas las medidas que uno toma están bajo el control del Parlamento”, señaló. Cuando se le recordó que el Congreso tiene pendientes de aprobación cuentas de inversión, como se denomina a la rendición de cuentas de la administración gubernamental, desde el año 1997, se limitó a responder: “Esa deficiencia no puedo asumirla yo”. El ministro destacó que la iniciativa “otorga un instrumento y como todo instrumento puede ser bien o mal utilizado y que para el control está el Legislativo”. El tema, sin dudas, teñirá la visita que el próximo miércoles realizará al Senado. Sanz dijo que la propuesta del Gobierno “es una contrarreforma constitucional, porque va en el sentido contrario a la reforma del ’94, que pretendió atenuar el presidencialismo”. También señaló que el proyecto tiene que ser analizado en el contexto de otras propuestas del oficialismo. Entre ellas, el proyecto que regula el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Para Terragno, la iniciativa también hay que analizarla junto con otras medidas a las que calificó como un “paquete de discrecionalidad”. Allí ubicó la creación y manejo de los fideicomisos, de los que dijo que representan cifras más que cuantiosas, también a los DNU, de los que afirmó que “no sólo reasignan, sino que además crean partidas nuevas”. Apenas el comienzo de un debate que dominará el escenario político por unos cuantos días.