Discutieron durante toda la tarde. Dudaron si había que convocar a la marcha en repudio por los asesinatos de los dos militantes de la CTD Aníbal Verón, o simplemente adherir y dejar que cada seccional decidiera por su lado. Al final, después de horas de debate, los dirigentes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) optaron por una solución intermedia. Se sumaron a la protesta, aunque sólo movilizaron a una parte del “aparato”, la regional Capital, que tenía la instrucción de “ir pero no entrar”. La indecisión sacó a la luz un proceso de discusión interna, que se profundizó con la llegada de Eduardo Duhalde a la Rosada.
La titular de Ctera, Marta Maffei, participó del debate que se produjo el jueves en la sede central de la CTA, donde se opuso a convocar a la marcha, al igual que el líder piquetero Luis D’Elía. “Están muy exaltados los ánimos. No vamos a promover una instancia que no podemos controlar.” Ayer, ante Página/12, Maffei negó que se haya discutido por ese tema: “Absolutamente no”, desmintió. “La única duda era si se convocaba o no, y se decidió adherir sin convocar. Y los compañeros de Capital decidieron sumarse y de hecho la mayoría de nosotros se sumó también”, afirmó.
Los problemas comenzaron el 17 de mayo, cuando D’Elía se enfrentó con unos delegados de Barrios de Pie, que también militan en la CTA. Varios testigos aseguran que el líder piquetero estaba acompañado por más de diez personas y que portaban armas de fuego. La discusión se profundizó con los últimos dichos de D’Elía, que no ocultó su desacuerdo con la CTD Aníbal Verón, donde militaban Darío Santillán y Maxi Costeki. Entre sus críticas, D’Elía recurrió a un argumento usado por Alfredo Atanasof: dijo que esos piqueteros “no tienen representantes” con quienes se pueda negociar. Y criticó a “los muchachos” porque, según él, “sabían que iba a haber problemas y su objetivo político era terminar en la plaza pidiendo la destitución de Duhalde”, dijo.
Según un dirigente de la CTA, el eje de la cuestión se resume en que se está “haciendo equilibrio” entre “la base y algunos orgánicos que están buscando más por izquierda” y “un tipo que es de Duhalde”, en referencia a D’Elía. De todas formas, en el consejo directivo remarcan que “no hay posibilidad de ruptura” y anticipan que “se viene una discusión entre la radicalización en el planteo de la gente y la posibilidad de que D’Elía termine en una alternativa de recambio del peronismo.”