Es hijo de un histórico del peronismo y hermano de un diputado del ARI, pero su trayectoria política durante los últimos 15 años es más complicada que las pertenencias partidarias de su familia. Juan Pablo Cafiero se alejó del justicialismo en 1990, integró el grupo fundador del Frente Grande, fue diputado del Frepaso, ministro de Fernando de la Rúa bajo la Alianza y, durante los últimos meses, también se desempeñó como funcionario de la gestión de Eduardo Duhalde. Siempre manteniendo un bajo perfil, hoy se prepara para asumir como ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Juan Pablo tiene 48 años, es uno de los 10 hijos de Antonio Cafiero, y hermano de Mario (diputado del ARI). Comenzó su trayectoria política en 1973, en la Juventud Universitaria Peronista, mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Luego de la dictadura militar, con el retorno de la democracia, se enroló en la corriente de renovación justicialista que encabezó su padre. Pero mientras Antonio fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires, él sufrió su primera derrota importante en 1987 al perder en la elección para intendente de San Isidro frente al radical Melchor Posse. Sin embargo, en 1989, con Carlos Menem en la presidencia, logró acceder a una banca en la Cámara de Diputados representando al PJ bonaerense.
La ruptura con el justicialismo llegó un año después cuando, luego de los indultos presidenciales a los militares que lideraron el terrorismo de Estado, Juampi se sumó al Grupo de los Ocho. Liderado por Carlos “Chacho” Alvarez e integrado también por Germán Abdala, Franco Caviglia, José Conde Ramos, Moisés Fontella, Luis Brunatti y Darío Alessandro (padre), la agrupación se escindió del PJ y conformó el núcleo del Frente Grande. A pesar de las diferencias políticas, Cafiero siguió frecuentando las reuniones familiares organizadas por su padre, junto a su esposa María Luisa Bianchi y su hermano (que por ese entonces militaba en el justicialismo).
A partir de 1995 se desempeñó como diputado por el Frepaso –renovó su mandato en 1999– hasta que en el 2001, luego de la renuncia de Chacho a la vicepresidencia, fue nombrado por Fernando de la Rúa ministro de Desarrollo Social. Durante su breve paso por la gestión aliancista –duró menos de un año– tuvo una serie de encontronazos con los funcionarios radicales, que alcanzaron el punto de no retorno cuando el ministro decidió viajar a Salta para negociar con piqueteros que mantenían un corte ruta sin consultar al presidente. Pero fueron los ajustes en los fondos destinados a la ayuda social –implementados para cumplir con el Plan de Déficit Cero– la causa oficial de su renuncia: de los 300 millones que tenía asignados para el último trimestre de su gestión, sólo recibió 65.
Juampi no tuvo que esperar demasiado para volver a ocupar un cargo ejecutivo. En enero de este año, el presidente Eduardo Duhalde lo eligió para cubrir interinamente una de las áreas más conflictivas, y en la que Cafiero ya tenía experiencia: Desarrollo Social. A pesar de que conocía hace tiempo a Hilda “Chiche” Duhalde, fue a partir de allí que se ganó la confianza del Presidente, y luego del nombramiento de la actual ministra –Nélida “Chichi” Doga–, Juampi siguió como vicejefe de Gabinete. Durante los últimos meses, Cafiero se ocupó de representar a Duhalde en la Mesa de Diálogo Social, la iniciativa auspiciada por la Iglesia, con la que el Gobierno intentó estabilizar la protesta social.

* Informe: Alejandro Gaggero.